
Javier Pérez Dolset tenía una gran proyección en 2009. Ahora está en medio de la polémica de los audios.
Javier Pérez Dolset: del éxito empresarial a compañero de Leire Díez en las cloacas del Estado
Subió a la cima junto con su hermano tras la explosión del videojuego Commandos y creó la original película Planet 51, pero en los últimos años cae en picado
Leire Díez, la activista de Moncloa que hundió la red de oficinas de Correos antes de meterse con la UCO
Los hermanos Pérez Dolset, Javier e Ignacio, despertaban cierta admiración en el mundillo tecnológico y empresarial en la primera década de este siglo. Habían conseguido un éxito indiscutible con su videojuego Commandos, que vendió 4,5 millones de unidades en todo el mundo y facturó 500 millones de euros, y a finales de 2009 se hallaban embarcados en un proyecto ambicioso y original: Planet 51, una película de animación que contaría con el presupuesto más elevado de la historia del cine español y que se estrenaría en 4.000 salas de Estados Unidos.
Los Pérez Dolset se encontraban entonces en su momento más alto, pero los años posteriores no fueron tan buenos como esperaban. En torno a junio de 2017, la Policía y la Fiscalía Anticorrupción les detuvo por insolvencia punible y fraude en las subvenciones. Les imputaron en la Audiencia Nacional por un fraude que Javier niega, y ahora él sale en los audios de Leire Díez, la fontanera de Moncloa que persigue a la UCO. Aseguró a El País que la conoció en 2019, y que investiga con ella sobre las cloacas del Estado desde hace seis años, aunque él ya lo hacía desde 2017, cuando le detuvieron.
Una carrera truncada
Los Pérez Dolset no están atravesando su mejor época. Quince años después de su momento culmen, rebasan ya los 50 años, y habrá que ver cómo consiguen salir de esta situación, si lo logran.
Ignacio siempre fue el más creativo, y Javier el de los números, pero sus carreras profesionales siempre han estado ligadas. Su padre era empresario: Juan Antonio Pérez Ramírez. Entre su dilatada experiencia destacaron sus treinta años al frente de British American Tobacco, propietaria de Lucky Strike. Estudió la carrera en Estados Unidos y tenía una visión internacional amplia, además de un inglés perfecto. No eran cualidades especialmente habituales entre los empresarios españoles de los años 70. Llevaba a sus hijos a reuniones internacionales cuando eran niños y les puso tecnología en sus manos desde que tenían cinco años. Tenían una inmensa colección de cacharros y en 2009 reconocían haber probado más de 10.000 juegos y, por supuesto, todas las consolas.
La historia empresarial de Javier e Ignacio empezó en el año 1993. Ese año se incorporaron a Proein, un negocio familiar que se dedicaba a la distribución de videojuegos. Era una buena salida para Javier, que estudió Económicas en la Universidad Autónoma de Madrid y Empresariales Europeas en la Universidad Humberside de Reino Unido, y para Ignacio, que no acabó Derecho, pero era un especialista en videojuegos. Entre otras gestiones, en esa etapa, a Ignacio le tocó ir a Inglaterra a comprar los derechos de venta en España de Tomb Raider.
Un año más tarde crearon Teleline, el embrión del portal Terra. Lo vendieron a Telefónica y, dos años más tarde, lanzaron Lanetro, el primer portal de Internet en España dedicado a contenidos de ocio, y la empresa que más prestigio les ha dado: Pyro Studios. Esta factoría de videojuegos puso en el mercado en 1998 Commandos, una de las sagas más vendidas de la historia. Como Praetorians e Imperial Glory, otros dos títulos de la compañía, se distribuyó en más de 50 países.
En 2002, los hermanos apostaron por dos frentes para acompañar a su negocio de videojuegos. Uno fue concentrarse en los contenidos de valor añadido para móviles. El otro fue fundar Ilion Animation Studios, con el objetivo de crear innovadoras películas de animación por ordenador para ser estrenadas en cines de todo el mundo.
Todos los negocios se agruparon en el Grupo Zed, una multinacional española dedicada al entretenimiento digital en distintas plataformas (móviles, consolas, etc.). Ya en 2009 operaba en 60 países, incluidos los grandes mercados de Europa, Estados Unidos y China, y mantenía acuerdos con más de 130 operadoras de telefonía móvil. Tenía más de 2.000 empleados.
Llegaron los problemas
Poco después de aquel apogeo, empezó la pesadilla. Planet 51 se había convertido en la película de animación española más taquillera de la historia: 150 millones de dólares sumando taquilla y venta de DVD. El Grupo ZED estaba valorado en más de 1.500 millones de euros; pero algunas cuestiones relacionadas con las cuentas, los créditos y los socios empezaron a fallar.
Los créditos que fueron pidiendo no evitaron la quiebra de la empresa en el año 2016. Las denuncias de Javier de blanqueo de dinero por parte de sus socios rusos complicaron aún más la situación. Para colmo, se filtró a la Fiscalía Anticorrupción un informe que decía que había desviado fondos a una sociedad panameña. Javier dijo que era falso, pero tuvo que pasar veintiún días en la cárcel, hasta que salió pagando una fianza de 60.000 euros.
Javier Pérez Dolset lleva más de una década pasándolo muy mal, y ahora aparece en los audios de la fontanera Leire Díez. Parecía que no podía llegar algo peor, pero la pesadilla continúa.