
Playa Carabassí, Santa Pola, Bajo Vinalopó (Alicante)
Santa Pola: el sabor más mediterráneo para estas vacaciones
Santa Pola es la joya de la Costa Blanca gracias a sus 11 kilómetros de playa, las Salinas y una gastronomía reflejo de su herencia marinera
en colaboración con la comunitat valenciana
Si buscas una localidad costera donde el mar se viva de verdad, donde la naturaleza se funda con la historia y las tradiciones, donde la gastronomía esté arraigada a los sabores marineros y la amabilidad de sus habitantes sea una seña de identidad, Santa Pola es ese destino, ideal para disfrutar de una escapada al Mediterráneo.
Santa Pola, auténtica joya de la Costa Blanca, está situada en la comarca del Baix Vinalopó, a apenas 20 kilómetros de Alicante capital y a tan solo 10 del aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández. Los días aquí son luminosos, con más de 300 jornadas de sol, y las noches son cortas y estrelladas.

Playas de las Salinas, Santa Pola (Alicante)
El puerto, verdadero corazón marinero
El puerto de Santa Pola es uno de los más activos del Mediterráneo y refleja su profunda tradición marinera. Basta con dar un paseo matinal para contemplar la esencia de este pueblo, y comprender que la pesca aquí es una forma de vida. Día tras día, toneladas de pescado y marisco fresco desembarcan en la lonja. Gamba roja, quisquilla, salmonetes, pulpos, calamares, sardinas, rapes, cigalas… productos que lucen el sello Peix de Santa Pola, toda una garantía de sabor y frescura. Y lo mejor es que este pescado y marisco recién desembarcado se puede disfrutar de inmediato en los restaurantes de la localidad.
En el puerto, además, se realiza el embarque de la sal llegada de las salinas próximas y la construcción de embarcaciones deportivas. De hecho, alberga un club náutico muy animado y es perfecto como punto de partida para rutas en barco y la práctica de deportes náuticos.

Club Náutico de Santa Pola (Alicante)
También desde aquí parten los ferris hacia la cercana Isla de Tabarca, a tan solo tres millas, la única isla habitada de la Comunitat Valenciana. Visitar Tabarca se ha convertido en una de las excursiones imprescindibles para los amantes del mar, un lugar idílico para la práctica del buceo y el snorkel y en cuya Reserva Marina sus aguas cristalinas son de un espectacular azul turquesa.
Playas para todos los gustos
De los 15 kilómetros de costa de Santa Pola, 11 son playas, y todas miran al sur. Playas para todos los gustos: amplias, accesibles, familiares, urbanas, animadas o calas más tranquilas, incluso recónditas, y con varios certificados de calidad que aseguran la calidad de sus aguas y sus instalaciones. Es decir, un auténtico paraíso.
Las playas de Santa Pola han sido galardonadas en el año 2025 con 4 Banderas Azules. Con ellas se reconoce la calidad y el compromiso de las playas con el medio ambiente y la sostenibilidad. Estas playas son: Calas del Este, Calas de Santiago Bernabéu, La Ermita y Varador. También se ha concedido sendas Banderas Azules al Museo de la Sal y el CIMAR (Centro de Investigación Marina) y una para el Club Náutico de Santa Pola.

Playa Carabassí, Santa Pola, Bajo Vinalopó (Alicante)
Y aún hay más, igual de maravillosas. La Playa de Levante, situada en el centro urbano, con todos los servicios, ideal para familias; la Caleta dels Gossets, playa pet-friendly donde los perros son bienvenidos; la Playa del Pinet, en el extremo suroeste de Santa Pola, una playa virgen rodeada de dunas y pinares, a los que se accede a pie a través de rutas de senderismo que cruzan las dunas de Santa Pola; o Playa Lisa, perfecta para los amantes al windsurf y otros deportes de vela.
El parque natural: salinas y birdwatching
Las Salinas de Santa Pola es un humedal declarado Parque Natural de importancia internacional y declarado Zona de Especial Importancia para las Aves (ZEPA). Este espacio protegido de 2.470 hectáreas combina la explotación salinera, desde finales del siglo XIX, con la conservación de un ecosistema de gran valor ecológico. En él, la presencia del flamenco y la cigüeñuela es constante, y comparten hábitat con somormujos, cormoranes, garzas, avocetas y chorlitos, entre otras muchas especies. Todo ello convierte las Salinas de Santa Pola en un lugar de encuentro imprescindible de los amantes del Birdwatching, que, junto con El Hondo y Torrevieja–La Mata, configuran un triángulo catalogado como uno de los mejores lugares de la península para la observación de aves. En pocos lugares se disfruta del vuelo rosáceo de los flamencos y de sus graznidos como aquí.

Salinas de Santa Pola (Alicante)
Para conocer más a fondo este lugar, dentro del parque, ubicado en un antiguo molino salinero, se encuentra el Museo de la Sal. En él vamos a encontrar información muy interesante sobre la historia y el proceso de extracción de la sal. Y para quienes quieran disfrutar de los paseos a pie o en bici, el parque cuenta con varios recorridos señalizados que permiten empaparse de la espectacularidad de este enclave tan hermoso y singular.
Gastronomía: el sabor del mar y de la tierra
La gastronomía de Santa Pola es un reflejo de su herencia marinera y su entorno natural. Por eso, los protagonistas de la gastronomía son los platos tradicionales que se elaboran con ingredientes frescos y de calidad, destacando el pescado y el arroz. Desde la gamba roja, la quisquilla, la cigala, las salazones, el pescado con denominación propia, hasta los platos típicos como la paella, arroz a banda, arroz negro con rape, caldero de gallina, caldereta de bogavante o el arròs i gatet. Todo lo mejor para que nada deje indiferente a quien disfrute de los platos en Santa Pola o en la Isla de Tabarca.
Este verano toca disfrutar de Santa Pola.
