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Pedro Sánchez y Xi Jinping, en marzo de 2023 en China

Pedro Sánchez y Xi Jinping, en marzo de 2023 en ChinaBorja Puig de la Bellacasa/ Moncloa

Viaje a China y Vietnam

Sánchez busca una relación privilegiada con el régimen chino en plena reconfiguración mundial

En el Gobierno aseguran que éste no es un viaje contra nadie, y menos aún contra Estados Unidos. Pero ha despertado suspicacias por el contexto en el que se produce y porque es el tercero

En la Moncloa están ultimando los detalles del que será el tercer viaje de Pedro Sánchez a China en poco más de dos años, y el segundo de este curso. Pero ninguno de los dos anteriores había despertado tantas suspicacias como éste, que se produce en medio de la guerra arancelaria declarada por Donald Trump y de movimientos geopolíticos que han vuelto a sentar a la mesa a Vladimir Putin, después de años de aislamiento internacional.

En el Gobierno aseguran que éste no es un viaje contra nadie, y menos aún contra Estados Unidos. Que, según dicen en el equipo de Sánchez, sigue siendo un socio indispensable para la Unión Europea y para España. Se trata, sostienen, de diversificar mercados, reducir dependencias y abrir nuevas oportunidades. En otras palabras: no poner todos los huevos en la misma cesta.

Pero, indudablemente, reconocen que el contexto lo hace especialmente sensible. No en vano, con China los negocios se hacen en los despachos políticos. Sin unas buenas relaciones con el régimen de Xi Jinping y el Partido Comunista Chino, no hay puerta que se abra. Y España sigue teniendo una balanza comercial muy negativa con el gigante asiático: 45.000 millones de euros de importaciones anuales y 7.400 de exportaciones.

Lo sabe bien José Luis Rodríguez Zapatero, cuyos lazos con China son tan estrechos como indescifrables. A finales de marzo, el expresidente del Gobierno intervino en nombre de España -no se sabe en calidad de qué- en el Foro de Boao, el equivalente asiático al Foro de Davos. Se celebró en la isla china de Hainan. Zapatero hizo de avanzadilla para Sánchez. El jueves, el expresidente fue entrevistado en Onda Cero y apostó por que España contribuya a «crear áreas de comercio libre» en Asia. Cuando era presidente, Zapatero visitó cuatro veces la segunda potencia mundial. Sánchez va camino de igualarlo.

Zapatero, en el Foro Boao de China de finales de marzo

Zapatero, en el Foro Boao de China de finales de marzoEFE

Alberto Núñez Feijóo ha pedido al presidente que no tenga la tentación de cambiar a Estados Unidos por China y que informe a la Comisión Europea de sus movimientos. En la Moncloa responden que este viaje está hecho en coordinación con la UE, a todos los niveles, y aun así matizan: se trata de un viaje bilateral y Sánchez se representará solo a él y a España, no a la UE. En septiembre, el presidente español trató de mediar entre Bruselas y Pekín por los aranceles europeos a los fabricantes chinos de coches eléctricos y fue un fracaso.

Hanói, Ho Chi Minh y Pekín

El presidente del Gobierno viajará acompañado por los ministros de Asuntos Exteriores y de Agricultura, José Manuel Albares y Luis Planas, así como por una delegación de empresarios de los sectores energético, textil y agroalimentario. La primera parada de la gira será Vietnam, un país que está creciendo a un ritmo del 6,5 % del PIB y en el que el Ejecutivo quiere meter la cuchara, porque actualmente España compra a Vietnam por valor de 5.000 millones de euros anuales y vende solo el equivalente a 500 millones, la décima parte.

El miércoles, Sánchez aterrizará en Hanói, donde mantendrá reuniones con el presidente de la república, el primer ministro, el líder del Partido Comunista y el presidente de la Asamblea Nacional. Fuentes gubernamentales subrayan que es la primera visita oficial de un presidente español a un país con unas enormes oportunidades de negocio que, además, juega un papel clave en defensa de la estabilidad y la paz en el mar del sur de China.

También hará escala en la capital económica del país, Ho Chi Minh, donde mantendrá una reunión con empresarios españoles, en el marco del Foro España Vietnam. El país celebra este año el 50 aniversario de su reunificación y del fin de la guerra.

Completada la etapa vietnamita, Sánchez se desplazará a Pekín para pasar allí toda la jornada del viernes. Mantendrá un desayuno de trabajo con una decena de inversores chinos que tienen interés en España y se reunirá con el presidente Xi Jinping y con el primer ministro, Li Qiang.

El enorme desequilibrio con China supone el 70 % del déficit comercial español. China, explican fuentes del Gobierno, es un país complicado de penetrar. Porque a los aranceles se suman las barreras administrativas, el corsé regulatorio, las dificultades que tienen las empresas extranjeras para acceder a compras y contratos públicos, las falsificaciones… hay que ir producto a producto. El porcino ocupará una parte importante de las negociaciones: China estudia aranceles al cerdo europeo en respuesta a los que sufren sus coches eléctricos.

En el equipo del presidente resumen que, de la misma manera que Angela Merkel viajaba todos los años a China, Sánchez aspira a ese nivel de interlocución. Aunque, para la UE, el gigante asiático sigue siendo un «socio, competidor y rival sistémico», según la definición acordada en la perspectiva estratégica UE-China del año 2019. España, según sostienen, se siente cómoda con esa descripción.

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