
La ministra Montero tiene que pedir Calma a Díaz durante el pleno en el Congreso de los Diputados
Hasta Montero tiene que pedir calma a Díaz por su exabruptos contra Bendodo
El diputado del Partido Popular ha hecho enfadar a la vicepresidenta segunda tras preguntarle si consideraba estar actuando de forma ética
Yolanda Díaz ha protagonizado uno de los momentos más tensos en la jornada que este miércoles se ha celebrado en el Congreso de los Diputados. No solo porque su compañera de Gobierno, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, haya tenido que instarle a bajar el tono, sino porque su enfado desmedido con el diputado del Partido Popular, Elías Bendodo, ha desatado una carcajada en la bancada de la oposición.
Todo empezó tras la pregunta formulada por el popular en la que pedía a la vicepresidenta segunda que considerase si estaba actuando de forma ética. Solo esta pregunta enfadó notablemente a Díaz, que ofreció una respuesta escueta. «Señor Bendodo, le voy a contestar a su pregunta. Y sí, soy una persona ética, muy ética», dijo visiblemente molesta para a continuación bajar el micrófono de su escaño con un golpe seco.
El diputado popular insistió y le invitó a demostrarlo en el Congreso, ya que tenía «una gran oportunidad» para hacerlo. A continuación, Bendodo apuntó a que Díaz se ha alineado con las tesis de defensa «del sanchismo» y reformuló una conocida expresión de la época de Perón que decía «ladrón o no ladrón, queremos a Perón». «A usted le vale aquello de ladrón o no ladrón, queremos a Sánchez Castejón». «¡Qué diría su adorado Julio Anguita cuando le viera en este papelón, qué vergüenza!», recalcó el popular.
Díaz empezó respondió con una acusación directa a Alberto Núñez Feijóo, sobre el que aseguró que había amañado las elecciones gallegas. A medida que hablaba, el tono de su discurso empezó a ir a peor hasta casi llegar a los gritos. «¡Señor Feijóo, aproveche usted para explicar a su bancada cómo hackeaban ustedes, los del PP, los resultados electorales en Galicia. Cómo votaban los vivos y los muertos!».
En ese momento, la vicepresidenta primera tuvo que dar unos toques en el brazo de Yolanda Díaz y, cuando esta le miró, empezó a hacer gestos de calma con la palma de la mano hacia abajo.