
Sánchez y Page en una imagen de archivo
De «traidor» a «indigno»: cinco adjetivos de Page sobre Sánchez que el presidente regional nunca pronunció
El presidente castellanomanchego se ha referido en público al presidente del Gobierno en variadas ocasiones y de forma contundente, aunque no lo parecía tanto
Emiliano Garcia-Page nunca ha insultado a Pedro Sánchez, al menos que se sepa. Sí se sabe que Sánchez ha insultado a Page: «Hipócrita», «tocacojones» o «vomitivo». Con estos calificativos se refirió el presidente del Gobierno al presidente de Castilla-La Mancha en conversación con José Luis Ábalos cuando este era ministro de Transportes y hombre de confianza de Sánchez.
Fue en la intimidad que trascendió. Mensajes de Whatsapp que salieron a la luz. En público Sánchez nunca se refirió a Page de forma negativa y casi de ninguna forma, una reticencia y un silencio elocuentes: una omisión a gritos. Por la otra parte las cosas han sido bien diferentes. Page sí se ha referido en público a Sánchez en variadas ocasiones y de forma contundente, aunque no lo parecía tanto.
Una vista atrás y una pequeña y simple «traducción» de aquellas manifestaciones (que continúan) revelan, limpias de las aún así directas metáforas y vueltas dialécticas, una dureza implacable, soterrada en el lenguaje y enmascarada entre palabras de potente enjundia viniendo de donde vienen: del mismo partido que se le resiste al mismo Sánchez en la región «rebelde» y a todos sus rivales políticos por una especialidad conformada, entre otros aspectos, por tan inusitadas invectivas.
«Traidor»
García-Page nunca ha pronunciado esta palabra para referirse a Sánchez, pero sí la ha incrustado en diagonal, como si de una sopa de letras se tratara, en una frase o varias, por ejemplo: «Los pactos antinatura nunca funcionan bien y este es probablemente de los más graves que ha habido en democracia». Lo dijo el presidente castellanomanchego en primavera en alusión a los pactos de Sánchez con Puigdemont, en inocultable línea con quienes sí pronunciaron dicho término.
«Cómplice de asesinos»
Se ha oído y escuchado este calificativo por todas partes. No por boca de Page quien, sin embargo, lo ha traído envuelto como un regalo en clara mención a ETA y los pactos con Bildu: «Yo con los asesinos de ETA ni a la vuelta de la esquina».
«Mentiroso»
Para decir lo mismo que tantos dicen sin tapujos, por otro lado una realidad constatada y constatable, como cuando Zapatero dijo que «nación española» era «un concepto discutido y discutible», Page sí ha utilizado, el mismo recién pasado jueves, un término menor en grado, pero igual en significado al llamar al presidente del Gobierno «incoherente» por no tener los mismos baremos contra la corrupción de Ábalos y Cerdán que exigía hace unos meses: «La teoría era que Ábalos tenía que dejar el acta y el partido por responsabilidad en los nombramientos. No porque fuera corrupto, sino por lo que había consentido. Esa era la teoría del Gobierno», dijo el jueves en una entrevista en televisión.
Adjetivo implícito también en su frase de que Sánchez «no está en condiciones de ser candidato» por atravesar el PSOE su «momento más grave de credibilidad en la historia reciente».
«Inmoral»
Una aparición catódica que sirvió para mucho o para lo que acostumbra el presidente de Castilla-La Mancha: un bombardeo (de momento solo dialéctico) tácito e inclemente contra el presidente del Gobierno, a quien no ha llamado nunca directamente «inmoral», aunque se sobrentiende sin ninguna duda en la manera transversal de dirigirle el epíteto a propósito de la ley de amnistía avalada en el Constitucional: la «crónica de un bochorno anunciado» y una ley «espuria y claramente inmoral».
«Indigno»
De nuevo no se dirige a Sánchez para espetarle el improperio (que da en el blanco de todas formas), sino que llega a él por medio de otra de las calles adyacentes que tan bien conoce y por las que tan bien se conduce Emiliano García-Page: «No hay salida digna», concluyó hace poco más de una semana apuntando a la crisis en el PSOE cuya diana final es el presidente.