Barcelona será la ciudad con la tasa turística más alta de Europa

El parlamento catalán aprobó una nueva tasa turística, pero el gobierno autonómico anunció un decreto, a convalidar en los próximos días, para evitar que entrara en vigor la normativa aprobada por la cámara.

Las organizaciones de campings, hoteles y otros colectivos profesionales vinculados al sector turístico, sumidas en el desconcierto, han solicitado al gobierno regional que aclare cuál es la situación. La inseguridad jurídica fruto de la inestabilidad parlamentaria da de lleno a un sector que supone el 12 % del PIB catalán.

El lío se generó porque el PSC negoció a dos bandas, con ERC y los Comunes (Sumar en Cataluña), y al final se aprobó una cosa —el aplazamiento de la tasa— y, a continuación, la contraria. Ante el follón organizado el ejecutivo autonómico realizó la recomendación de que no aplicará la tasa aprobada por el parlamento hasta que se tramitará una modificación.

Duplicar el impuesto turístico

La propuesta de nueva tasa no es cualquier cosa porque contempla duplicar el importe del impuesto turístico en todos los tipos de alojamientos. En Barcelona, los hoteles de cinco estrellas y gran lujo pasarán de cobrar 3,50 euros a 7 euros por noche. En el resto de Cataluña, el impuesto aumentará de 3 a 6 euros por noche en alojamientos de la misma categoría. Este incremento afectará también a apartamentos turísticos, campings, cruceros y otras modalidades de hospedaje.

Además del incremento del impuesto base, los municipios catalanes tendrán la facultad de establecer recargos adicionales sobre la tarifa autonómica. Por ejemplo, Barcelona podrá aplicar un suplemento que podría elevar el impuesto hasta un máximo de 15 euros por persona y noche en alojamientos de mayor categoría.

Barcelona es actualmente una de las cinco ciudades europeas con un impuesto turístico más alto. La nueva propuesta, para doblar el impuesto y el recargo municipal, haría de Barcelona la ciudad de Europa con el impuesto turístico más elevado, por encima de ciudades en el que el precio medio del hotel es más alto.

Son muchos los catalanes, cerca de 4 de cada 10 de los clientes de los alojamientos turísticos catalanes, que eligen destinos locales en Cataluña para sus vacaciones. El incremento iría directamente a afectar el coste de sus vacaciones. La cifra desmiente la idea propagada desde la izquierda de que la tasa turística la sufragan los visitantes.

En el caso de los hoteles de 4 estrellas el total del impuesto y el recargo alcanzaría en la ciudad de Barcelona 11,4 euros por noche. El máximo cargo por noche lo tiene hoy la ciudad de París con 8,13 euros y Roma con 7,50 euros.

El nuevo marco legal también permitiría liberalizar el destino del impuesto, actualmente orientado a mejorar las infraestructuras turísticas. El recargo ya puede ser utilizado actualmente a otros destinos. Actualmente, Cataluña aporta el 25% de los ingresos totales por turismo de España. El 50% proceden de la ciudad de Barcelona que en el cómputo total significa el 12,5% de los ingresos por turismo en España.

Desde 2012 cuando se creó la tasa turística la administración ha convertido a los establecimientos hoteleros en recaudadores por cuenta de la administración. Ahora, más allá del vodevil de aprobar dos cosas contradictorias en un mismo pleno del parlamento y que el gobierno llame a no obedecer lo que aprueba el legislativo, la nueva tasa se convierte en un problema de competitividad para una industria que, a pesar de los esfuerzos llevados a cabo por el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat por hundirlo, es el motor de la economía catalana.