Amancio Ortega compra el edificio de Planeta en Barcelona por 250 millones

Además de ser dueño de Inditex, el empresario Amancio Ortega es también el ‘rey del ladrillo’: según publicó El Debate, cuenta con la mayor cartera de inmuebles en manos privadas de España, con cerca de 120 activos repartidos en 13 países, valorados en más de 20.000 millones de euros.

Este viernes, Ortega ha sumado una nueva muesca a su revólver, y una muy especial por su envergadura. Según adelantó La Vanguardia y ha confirmado Pontegadea Inversiones, el brazo inversor del gallego, ha comprado la sede en Barcelona del Grupo Planeta, en la avenida Diagonal, por 250 millones de euros.

Se trata de un edificio muy particular, que pertenecía desde 2018 al fondo Blackstone y estaba en venta desde 2023. Es la compra más importante de Pontegadea desde 2016, cuando adquirió la Torre Cepsa en Madrid por 490 millones, y una de las operaciones inmobiliarias más grandes del año en España.

Fuga tras el 1-O

El edificio, con 28.000 metros cuadrados y una estética singular, fue diseñado por Josep Maria Fargas y Enric Tous. Acogió la sede de Banca Catalana hasta que esta desapareció en 1980, y más tarde sirvió como sede a BBVA y al Grupo Planeta. Dentro del edificio está también el consulado de Japón en Barcelona.

El conglomerado editorial y mediático controlado por la familia Lara ocupa la mitad de la superficie con sus varios sellos editoriales y medios de comunicación, pero la compañía no tiene su sede social en este edificio: recordemos que en 2017, tras la celebración ilegal del referéndum de independencia, decidieron huir y trasladar la sede social a Madrid buscando seguridad. Hasta la fecha Planeta no ha regresado a la ciudad donde nació.

Cabe recordar que solamente un 7% de las empresas que se llevaron su sede social fuera de Cataluña a consecuencia del procés han regresado a la comunidad, según destacaba el Estudio sobre Cambios de Domicilio publicado esta semana por Informa D&B, compañía filial de Cesce. En concreto, un total de 9.221 empresas salieron de Cataluña desde el cuarto trimestre de 2017, de las que sólo 681 han retornado.