El pueblo valenciano donde nació Pablo Motos: el que más pedanías tiene de España y un referente del vino

Pablo Motos es un claro ejemplo de cómo las raíces y la identidad personal pueden ser los cimientos de una exitosa carrera profesional. Desde su Requena natal hasta los platós de televisión, el famoso presentador y una de las figuras televisivas más importantes de todo el país, ha sabido mantener viva la conexión con su tierra, convirtiéndose en un embajador de su cultura y tradiciones. Su historia es un testimonio de perseverancia, humildad y amor por sus orígenes.

Enclavada en el interior de la provincia de Valencia, Requena se alza como uno de los municipios más singulares y con mayor personalidad de la Comunidad Valenciana. A diferencia de la imagen más habitual del litoral mediterráneo, este pueblo ofrece una postal distinta: viñedos que se extienden hasta el horizonte, un casco histórico medieval perfectamente conservado y una cultura profundamente arraigada a la tierra y el vino. Se trata del municipio más extenso de toda la región valenciana y el que más pedanías contiene de toda España: un total de 25.

A pesar de su éxito en Madrid, Motos ha mantenido siempre un fuerte vínculo con su tierra natal. En diversas ocasiones ha hablado con cariño de Requena en su programa, destacando su belleza y la calidez de su gente. Este amor por su pueblo le ha valido reconocimientos, como el VII Premio Conexus, otorgado por la Fundación Conexus Madrid-Comunidad Valenciana en 2023, en reconocimiento a su trayectoria y esfuerzo por ser uno de los mejores embajadores de la región.

En 2024, tras la devastadora dana que afectó a la Comunidad Valenciana y especialmente a Valencia, Motos compartió en 'El Hormiguero' una conmovedora confesión: su familia, residente en Requena, se encontraba en la zona afectada. Aunque ellos estaban bien, un amigo seguía desaparecido. A pesar de la situación, Motos expresó esperanza y relató cómo otro amigo fue rescatado por el Ejército. Finalizó enfatizando la importancia de valorar y abrazar a los seres queridos mientras se reconstruyen sus vidas.

Así pues, este pueblo valenciano del que tan orgulloso está el famoso presentador de televisión tiene multitud de cosas que ofrecer a sus visitantes. El corazón de Requena es su barrio de la Villa, declarado Conjunto Histórico-Artístico. Sus callejuelas empedradas, casas señoriales y monumentos como la Iglesia de Santa María o la Torre del Homenaje del antiguo castillo árabe trasladan al visitante a otra época. Pero Requena no es solo historia: también es cuna de una de las denominaciones de origen más emblemáticas de España, la Utiel-Requena, donde la uva Bobal reina como símbolo de identidad.

Enoturismo, clave en la economía local

La economía local gira en buena parte en torno al sector vitivinícola, con una creciente apuesta por el enoturismo. Bodegas tradicionales conviven con proyectos modernos que buscan llevar el vino de Requena a las mesas del mundo, sin perder el respeto por la tradición. A ello se suma una gastronomía contundente y sabrosa, en la que destacan platos como el ajoarriero, la olla requenense o el bollo con magras.

La historia del vino en Requena es milenaria y constituye uno de los pilares fundamentales de la identidad cultural y económica de la región. Situada en una meseta a más de 600 metros sobre el nivel del mar, Requena goza de un clima continental con influencias mediterráneas, un factor clave que, junto a sus suelos calizos y bien drenados, ha convertido la zona en un lugar excepcional para el cultivo de la vid.

Los primeros indicios de producción vinícola en la zona se remontan a alrededor del siglo VII a.C., cuando las culturas íberas ya elaboraban vino, como atestiguan diversos hallazgos arqueológicos en el entorno de Requena, como tinajas y utensilios de prensado de la uva. Con la llegada de los romanos, la viticultura se intensificó y se profesionalizó, integrándose plenamente en la vida cotidiana y comercial del Imperio. La tradición continuó bajo el dominio árabe, aunque con limitaciones impuestas por razones religiosas, y se revitalizó con fuerza tras la Reconquista cristiana.

En 1932, la zona obtuvo el reconocimiento oficial de su singularidad vinícola con la creación de la Denominación de Origen Utiel-Requena, una de las más antiguas de España. Esta denominación abarca nueve municipios, con Requena como epicentro, y está centrada especialmente en la variedad Bobal, una uva autóctona de la región que produce vinos tintos con cuerpo, color intenso y buena acidez. Aunque durante décadas fue una variedad poco valorada fuera de la zona, en los últimos años ha vivido un renacimiento gracias a técnicas de vinificación modernas y a una creciente apreciación por su autenticidad.

Hoy en día, Requena cuenta con más de un centenar de bodegas, algunas de ellas familiares y tradicionales, otras más innovadoras y orientadas a la exportación y al enoturismo. El sector ha diversificado su oferta con vinos tintos de alta gama, rosados jóvenes muy apreciados, y en los últimos años también cavas, ya que Requena es la única zona autorizada fuera de Cataluña para elaborar cava con denominación de origen. Además, la Fiesta de la Vendimia de Requena, declarada de Interés Turístico Nacional, celebra cada año esta herencia vinícola, fusionando tradición, cultura y vino en una de las festividades más emblemáticas de la Comunidad Valenciana.

Más allá de su patrimonio y su cultura, Requena es también un lugar de naturaleza privilegiada. A escasos kilómetros se encuentra el Parque Natural de las Hoces del Cabriel, uno de los entornos más espectaculares del interior peninsular, ideal para practicar senderismo, escalada o deportes de agua. En tiempos de despoblación rural, este municipio se presenta como un ejemplo de cómo el arraigo, el patrimonio y la apuesta por un desarrollo sostenible pueden mantener viva la identidad de un pueblo, sin renunciar al progreso.