
Imagen de Pedro Sánchez el 22 de mayo en la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana reunido con asociaciones de víctimas de la dana, con Christian Lesaec a la derecha
De la alfombra roja a Sánchez a las exigencias a Mazón: la doble vara de medir de la asociación de víctimas de la dana liderada por un candidato de Compromís
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, mantiene una clara y meridiana actitud respecto a las víctimas de la dana del pasado 29 de octubre. Las asociaciones que le han pedido reunirse en privado lo han hecho y las que solicitaron que la cita fuera de carácter privado y sin bombo mediático, también. No solo eso, sino que también las agrupaciones tendrán voz propia en la comisión de investigación que está en marcha en las Cortes Valencianas. Además, tal como reclamaron, se sentarán con el jefe del Consell en la zona cero de la riada.
Ahora bien, pudiera parecer que determinadas asociaciones pudieran estar traspasando la fina línea que separa la institucionalidad de la instrumentalización. Un caso de ello quizás sería el de la Asociación de Damnificados por la Dana Horta Sud. Ésta Liderada por Christian Lesaec, quien fuera en 2019 número cinco de Compromís por Alfafar en las elecciones municipales y que, a mayor abundamiento, se presentó en la misma candidatura, pero como número cuatro en 2023.
Resulta llamativo que la organización de Lesaec tenga una más que evidente doble vara de medir. Los ejemplos lo dejan negro sobre blanco. El pasado 22 de mayo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volvió a Valencia. El hecho en sí fue noticioso, pero aún más dada la poca relación presencial que mantiene el socialista con la capital del Turia desde su precipitada huida de Paiporta el 3 de noviembre, dejando abandonados a los Reyes de España y a Mazón.
Sánchez no se libró de los abucheos
Pero su visita fue también hecho informativo de primer nivel, ya que el jefe del Ejecutivo únicamente se dirigió a la sede de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana. Plaza del Temple. En pleno centro. A unos cuantos kilómetros de, por ejemplo, Picaña, Alfafar, Aldaia, Chiva, Torrent o Utiel. Eso sí, de los abucheos no le salvó ni el sol que ya por esas fechas caía a plomo.
En el mencionado edificio se sintió como en casa, como en el Palacio de La Moncloa. No solo porque su anfitriona fuese Pilar Bernabé, recién aupada en esas fechas a número cuatro de un Partido Socialista que entonces se creía en posición de ventaja por la dana y que hoy está acorralado por la corrupción, sino también por la actitud de los presentes.
Así, mientras a Mazón se le exige un escrutinio de la prensa, aquel día Lesaec, no se sabe el motivo del porqué, se conformó con unas simples fotografías y con un 'mudo', es decir, grabación de imágenes a modo contexto pero en ningún caso con sonido y, ni mucho menos, poder preguntar. La incoherencia no se queda ahí. el resto fueron declaraciones enlatadas y convenientemente preparadas.
Al presidente de la Generalitat se le dice que cualquier reunión con las víctimas ha de producirse en alguno de los pueblos más devastados. Él accede. De hecho, los conoce de primera mano y los ha pisado. El socialista solo conoce uno y unos pocos minutos. Por el contrario, el colectivo encabezado por el miembro de Compromís tiene otras preferencias paisajísticas siempre y cuando se trate de que el que viene tiene carné socialista.
Con todo ello, al nacionalista no le vale cualquier emplazamiento. Descarta por completo el Palau de la Generalitat, donde sí han acudido otras víctimas. Solo le vale sacar la fotografía de Mazón y detrás una zona devastada, por mucho que ya se esté reconstruyendo. Pero con Sánchez, bastaba una imagen en un edificio civil y sin presencia activa de la prensa. Si quieren equidad, que la pidan.