
La Real Fuerza Aérea de los Países Bajos participa en el ejercicio Baana, con aviones F-35A Lightning II holandeses realizando aterrizajes y despegues en una autopista
Defensa Autovías convertidas en pistas de despegue para cazas F-35 y F-18
Del 26 al 30 de mayo, Finlandia acoge un importante despliegue aéreo dentro del ejercicio de operaciones de base JPH, en el que participan más de 20 aeronaves aliadas y cerca de 2.000 personas. Por primera vez, este ejercicio bianual incluye también maniobras del ejercicio Baana en un tramo de autopista, una práctica inusual en la mayoría de países de la OTAN pero habitual en Finlandia desde los años 60.
Durante el ejercicio, aviones de combate F/A-18 Hornet y entrenadores Hawk finlandeses, junto con otras aeronaves aliadas, operaron desde un segmento de la Carretera 4 —también conocida como E75—, cerca de la Base Aérea de Tikkakoski, en Jyväskylä. Esta operación responde al concepto de combate móvil finlandés, que busca garantizar la capacidad de vuelo incluso si las bases aéreas convencionales fueran inhabilitadas.

En Suecia, aviones C-130 Hércules de las Fuerzas Aéreas Sueca y Noruega realizan aterrizajes cortos en pistas cerradas a la circulación por carreteras públicas
Por primera vez, la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos participó en el ejercicio Baana, con cazas F-35A Lightning II que realizaron despegues y aterrizajes en la autopista, ensayando operaciones de vuelo disperso. Además, los cazas de quinta generación neerlandeses se integraron con los F/A-18 finlandeses en vuelos conjuntos, reforzando la interoperabilidad entre diferentes generaciones de aviones aliados.
«Operar en pistas de autopistas forma parte del entrenamiento de todos los pilotos de combate finlandeses», subrayó el coronel Tomi Böhm, subjefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Finlandesa. «Es una parte esencial del concepto de combate móvil».
Simultáneamente, en Suecia, aviones C-130 Hércules de las Fuerzas Aéreas de Suecia y Noruega, junto con aeronaves del Escuadrón Binacional de Transporte Aéreo (BATS) de Alemania y Francia, practicaron aterrizajes cortos en pistas cerradas y temporales, según ha informado NATO Air Command. El objetivo fue preparar a las tripulaciones para operar desde infraestructuras austeras y de difícil acceso.
Ambos ejercicios forman parte de la estrategia de la OTAN conocida como Agile Combat Employment (ACE), que promueve el despliegue ágil y disperso de fuerzas aéreas para evitar que un adversario pueda identificar y atacar infraestructuras clave. «El ACE es una capacidad clave que emplearíamos para defender a Europa en cualquier enfrentamiento amparado por el Artículo 5», explicó el Mariscal del Aire Johnny Stringer, subcomandante del Mando Aéreo Aliado. «Reunir a las fuerzas aéreas de toda la Alianza y hacerlas operar desde diversas ubicaciones garantiza la credibilidad y las capacidades necesarias para nuestra estrategia de disuasión».
Los ejercicios conjuntos de mayo en Finlandia y Suecia ilustran el compromiso de la OTAN con la innovación táctica, la preparación colectiva y la adaptabilidad ante un entorno de seguridad cada vez más complejo. Con la incorporación de nuevas técnicas y la cooperación entre aliados, la Alianza pretende reforzad su capacidad para responder con rapidez y eficacia ante cualquier amenaza.