
Edificio del Ayuntamiento de Basilea
Cómo exprimir el tiempo en Basilea, la ciudad de cuento donde se celebra Eurovisión 2025
A orillas del Rin, en la frontera con Francia y Alemania, la ciudad suiza atesora una amplísima oferta de museos y un precioso casco antiguo
Falta una semana para que las tranquilas calles de Basilea sean tomadas por el bullicio, el ambiente festivo y la música. La final del festival de Eurovisión se celebrará el 17 de mayo, en el St Jakobshalle, pero la fiesta arrancará antes en la ciudad suiza, con una programación especial. El domingo 11 se desplegará una alfombra turquesa de 1,2 kilómetros para acoger un desfile y presentar a los 37 artistas que participarán en Eurovisión. No tendrán que caminar, sino que serán transportados por tranvías históricos, acompañados de grupos de música locales que también unirán tradición y modernidad.
Más allá de Eurovisión, Basilea es una de las ciudades con más encanto de Suiza, que conviene descubrir en las pocas horas de las que los viajeros dispongan para compaginar con los actos de Eurovisión. Situada a orillas del río Rin, en la frontera con Francia y Alemania, su precioso casco antiguo medieval es de visita obligada: calles adoquinadas y salpicadas de pintorescas casas, boutiques o cervecerías artesanales.
Resulta interesante hacer cuanto antes el check in en el hotel para obtener la Basel Card, que incluye transporte público gratuito en la ciudad y un 50% de descuento en los principales museos de la ciudad.

Catedral de Basilea vista desde el Rin
La Catedral (Münster), reconstruida a finales del siglo XIV tras un terremoto, se divisa desde lejos por sus dos altas torres de más de 60 metros y su fachada de arenisca roja. La catedral protestante alberga la tumba del humanista Erasmo de Róterdam, que era católico, evidenciando la admiración y respeto que logró en la ciudad. Conviene también pasear por la Plaza de la Catedral (Münsterplatz), llena de coquetas casas blancas de dos pisos con contraventanas y ventanas de colores.

Interior del Ayuntamiento de Basilea
El Ayuntamiento es otro de los edificios que entra por los ojos nada más verlo; una fachada roja, adornada con frescos que representan a héroes de la ciudad y un precioso reloj. Presenta un estilo arquitectónico gótico tardío combinado con elementos del periodo renacentista y se puede acceder al interior. Actualmente, alberga la sede del Gobierno del cantón de Basilea-Ciudad. El Ayuntamiento se encuentra en la plaza del Mercado (Markplatz), con más edificios históricos y un mercado de quesos, frutas y flores. Cerca, en la calle Spalenberg, está la tienda de Navidad de Johann Wanner, llena de magia, brillo y purpurina. Sus bolas, lazos y bastones adornan la Casa Blanca, el Vaticano o el Palacio de Buckingham.
El Rin separa el casco antiguo de la parte nueva de la ciudad. En sus orillas se puede pasear, salir a correr o tomar un café. El río además sirve para poner a prueba la valentía de los suizos que se echan a nadar al salir de trabajar, introduciendo sus pertenencias y su ropa en una bolsa de baño impermeable con forma de pez denominada «Wickelfisch» (pescado enrollado). Se convierte en una suerte de flotador y permite dejarse llevar por la corriente.

Spalentor Basel
La puerta Spalentor es la entrada más majestuosa e imponente de las tres que conserva Basilea de los restos de la muralla levantada en 1400. Con su torre principal de planta cuadrada, cuyas esquinas exteriores están jalonadas con dos torres redondeadas. La cara exterior de la puerta está ornamentada con tres figuras que datan de principios del siglo XV: una virgen y dos profetas.
40 museos
Históricamente vinculada a la cultura, Basilea atesora 40 museos, una cifra que hay que poner en perspectiva, teniendo en cuenta que allí viven 200.000 habitantes. Destaca el Museo de Arte (Kunstmuseum) que tiene varios Picasso, donación del propio autor en reconocimiento al cariño que le tenían sus habitantes. También hay obras de Rubens, Renoir, Gaugin o Van Gogh.
La Fundación Beyeler, diseñada por Renzo Piano en 1997, se encuentra a las afueras de la ciudad y es una visita obligada para los amantes del arte. Conviene desplazarse hasta allí en tranvía. En el mes de mayo se puede visitar la exposición Auroras Boreales, con unos 80 cuadros de artistas de Escandinavia y Canadá, entre los que figuran obras maestras Klint y Munch.

Fundación Beyeler
Otros museos destacados de la ciudad son el Museo de Anatómico, el de Papel, de la Antigüedad, el de Jean Tinguely, el de los Juguetes, el de Historia Natural o el de las Culturas, entre otros muchos.
Y aunque probablemente, con un agenda eurovisiva tan apretada no dé tiempo, hay que recordar que Basilea es un punto de referencia para la industria farmacéutica. Sus sedes además son joyas arquitectónicas y se pueden visitar. Por un lado las Torres Roche, de los arquitectos Herzog & de Meuron, símbolos de la Basilea contemporánea, las más altas de Suiza. Por otro, Novartis Campus, que incluye obras de reconocidos arquitectos, como Frank Gehry, David Chipperfield, Diener & Diener.