
Parque Nacional Lençóis Maranhenses, en Brasil
El mar de dunas de Brasil que forma uno de los paisajes más insólitos de la Tierra
Las dunas y piscinas naturales que se forman en el brasileño Parque Nacional Lençóis Maranhenses forman una postal de paisajes increíbles que parecen venidos de otro planeta
Pocos artistas pueden igualar a la madre naturaleza cuando esta se decide a dibujar y moldear paisajes, jugando con la combinación de elementos físicos, biológicos, geológicos y atmosféricos. Alguna de estas combinaciones produce escenarios que no parecen de este mundo, sino venidos de otro planeta, para asombro de quienes tienen la fortuna de contemplarlos.
Un desierto que no es un desierto es el resultado de los fenómenos naturales que se juntan en esta singular área protegida
Uno de estos paisajes como de otro mundo es el que se forma al noreste de Brasil, en el Parque Nacional Lençóis Maranhenses. Un área protegida que es un exponente de los ecosistemas de manglares, restinga y dunas, asociado a vientos fuertes y lluvias regulares. La combinación de todo esto hace que durante determinadas épocas sea como un desierto que no es desierto. Un mar de dunas blancas entre las que brillan miles de lagunas de agua cristalina. Un fenómeno tan extraño como hermoso que convierte esta región del estado de Maranhão en uno de los paisajes más insólitos de la Tierra.
Un desierto lleno de agua

Las dunas del desierto conviven con lagunas de agua dulce.
Estas lagunas, que pueden alcanzar hasta tres metros de profundidad, permanecen llenas durante el invierno austral (de junio a septiembre), el mejor momento para visitar el parque. En esta época, el paisaje parece una combinación imposible entre el desierto del Sáhara y los atolones del Pacífico.
Dónde está y cómo se llega

Laguna del Parque Nacional Lençóis Maranhenses.
Lençóis Maranhenses se encuentra a unos 250 kilómetros m de São Luís, la capital del estado de Maranhão, en el norte de Brasil. La entrada principal al parque está en el pueblo de Barreirinhas, aunque también se puede acceder desde Atins o Santo Amaro. Desde Barreirinhas parten excursiones en vehículos 4x4 autorizados, que cruzan ríos y pistas de arena hasta adentrarse en el parque. No hay carreteras asfaltadas ni infraestructuras dentro del área protegida, lo que mantiene intacta su apariencia salvaje.
Senderismo y baños en lagunas

Dunas cerca de Lagoa Bonita, una de las lagunas más famosas del parque.
Para los más aventureros existen también rutas de trekking de varios días, con guías locales, en las que se duerme en hamacas en poblados tradicionales y se cruzan zonas aún más remotas del parque.
Ecosistema frágil y extraordinario

Las rutas por este área solo pueden hacerse con guías o tours oficiales.
Aunque el paisaje parece de otro planeta, el parque es el hogar de una sorprendente biodiversidad. En las lagunas temporales viven peces que permanecen en estado latente durante la estación seca, y también es refugio para aves migratorias, reptiles y pequeños mamíferos. Por eso las visitas están reguladas y solo pueden hacerse con guías o tours oficiales.