Carlos Alcaraz, en una imagen de archivo
Gente
Quiénes son y a qué se dedican los hermanos de Carlos Alcaraz
Álvaro, Sergio y Jaime no solo comparten su sangre. Comparten su historia. Su esencia. Son los verdaderos mejores amigos del campeón
Ha conquistado los grandes escenarios del tenis mundial, ha sido número uno y ha roto récords que parecían inalcanzables. Ha emocionado a leyendas como Federer o Nadal, y millones de personas siguen cada movimiento suyo en la pista. Pero cuando baja la raqueta y se apagan los focos, lo que de verdad importa no son los títulos, sino su gente. Su raíz. Su familia. Especialmente, sus hermanos.
Entre luces, trofeos y entrevistas, sigue siendo ese chico de El Palmar que compartía litera con su hermano mayor, que viajaba en coche familiar para ver a Rafa Nadal en directo, y que aún hoy —pese a todo lo que ha conseguido— encuentra la calma cuando vuelve a casa. Allí, donde no le ven como un ídolo, sino como simplemente Carlos. Donde Álvaro, Sergio y Jaime no necesitan una pista de tenis para estar a su lado. Son su historia, su escudo, su equilibrio. Sus verdaderos mejores amigos.
Álvaro, el pilar silencioso
El mayor de los cuatro hermanos, con 25 años, es mucho más que un apoyo emocional. Álvaro forma parte activa del equipo, viajando con él como sparring desde 2022. Ex jugador, monitor de tenis y compañero incansable, es quien mejor le conoce dentro y fuera de la pista. «Estoy con él para que se sienta cómodo, como si estuviera en casa», ha dicho más de una vez.
Compartieron habitación toda la infancia — Alcaraz en la litera de abajo, él en la de arriba— y, como él mismo contaba, eran «como Zipi y Zape». Aunque uno es del Madrid y otro del Barça, siguen jugando siempre en el mismo equipo: el de la familia. Ha sido testigo directo de la evolución de su hermano, pero también el encargado de recordarle constantemente de dónde viene. Su función no es solo profesional. Es emocional, y por eso es tan valiosa.
Carlos Alcaraz, junto a su hermano Álvaro
Sergio, el hermano que eligió otro camino
Mientras todos en casa empuñaban una raqueta, él prefirió un balón. Sergio, el tercero de los hermanos, apostó por el fútbol tras pasar por la escuela de tenis. Hoy lo practica con pasión, sin que eso le reste ni un ápice de conexión con su hermano tenista. No suele dejarse ver en los grandes escenarios, pero siempre está: en los grupos familiares, en los mensajes antes de un partido importante, en las celebraciones sin cámaras.
Jaime, la joya que viene detrás
A sus 12 años, el benjamín de la familia ya ha comenzado a destacar en el mundo del tenis. Ha ganado campeonatos regionales y compite a nivel nacional, despertando ilusiones —y comparaciones— que su hermano mayor intenta frenar con cariño. El mismo día en que el tenista español levantaba su segundo Roland Garros, Jaime ganaba un título en Murcia. No pudo estar en París, pero estaba en su propio escenario, construyendo su camino.
«Me encanta verlo jugar. Me sorprende su nivel, pero lo más importante es que lo disfrute, sin presiones», ha dicho su hermano mayor. Y es que si algo tiene clara esta familia, es que cada uno debe encontrar su propia forma de brillar. Sin comparaciones.
Carlos Alcaraz celebra el título de Roland Garros con sus padres Virginia y Carlos y con su hermano Álvaro
La infancia, las raíces, los valores
Nacido el 5 de mayo de 2003 en El Palmar, una pedanía murciana, Carlos Alcaraz creció en una familia humilde y trabajadora, con una gran pasión por el deporte. Su padre, Carlos Alcaraz González, fue también tenista y director de una escuela en el Real Murcia Club de Tenis. Fue él quien puso la primera raqueta en sus manos. Su madre, Virginia Garfia, de origen sevillano, ha sido el sostén silencioso del hogar: presente en cada paso importante, pero siempre lejos del foco. No tiene cuentas activas en redes sociales ni suele aparecer en las publicaciones de su hijo.
A sus 22 años, el murciano ya ha escrito su nombre en la historia del tenis. Ha ganado el US Open (2022), Wimbledon (2023) y Roland Garros (2025), y se convirtió en el número uno más joven en alcanzar la cima del ranking ATP. Suma más de 15 títulos profesionales, entre ellos varios Masters 1000 (Madrid, Indian Wells, Miami…), y ha sido galardonado con el Premio Laureus al Deportista Revelación Mundial y la Medalla de Oro al Mérito Deportivo.
Pero si algo le define es su capacidad para no olvidarse nunca de quién es. «Cuando vuelvo a casa, no soy el número uno. Soy el hijo, el hermano, el Carlos de siempre».