Trump abre la puerta a deportar a ciudadanos estadounidenses: «Quizá sea la próxima tarea»

Tras recorrer las instalaciones del nuevo centro de detención para inmigrantes en situación irregular ubicado en Florida —apodado 'Alcatraz de los caimanes' por su localización en los Everglades, zona habitada por estos reptiles—, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, manifestó que la expulsión de ciudadanos nacidos en territorio estadounidense podría ser el próximo paso en su política migratoria. Esta declaración se basa en su convicción de que algunos delincuentes no son recién llegados, sino personas con una larga permanencia en el país.

«Muchos de ellos nacieron en nuestro país», afirmó el mandatario, que añadió: «También deberíamos echarlos de aquí, así que quizá esa sea la próxima tarea en la que trabajemos juntos».

El centro de detención, bautizado irónicamente por su cercanía con el hábitat de los caimanes, cuenta actualmente con capacidad para albergar a 500 personas, aunque se prevé su ampliación hasta poder recibir a 3.000 internos. Así lo anunció Todd Lyons, director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en declaraciones a una cadena estadounidense. Lyons describió el recinto como una estructura compuesta por una gran carpa blanca, climatizada con aire acondicionado, y equipada con hileras de literas para los detenidos.

Las palabras de Trump reflejan una nueva escalada en su enfoque sobre la política migratoria, una cuestión que ha centrado buena parte de su agenda presidencial. En anteriores ocasiones, el mandatario ya había generado polémica al endurecer los procedimientos de detención y deportación, pero con estas recientes declaraciones da a entender que podría contemplar la revocación del principio de ciudadanía por nacimiento, una medida que supondría un giro sin precedentes en la política migratoria de Estados Unidos.

Aunque no se han concretado aún medidas legislativas en ese sentido, la mera insinuación de Trump ha desatado el debate sobre la constitucionalidad y viabilidad jurídica de deportar a personas nacidas en el país. Cabe recordar que la Enmienda XIV de la Constitución estadounidense garantiza la ciudadanía a toda persona nacida en suelo nacional, lo que dificultaría enormemente cualquier intento de revocación de este derecho.