
Los presidentes de EE.UU. Donald Trump y de China Xi Jinping
La Oficina Comercial de EE.UU. amplía la tregua arancelaria sobre los productos tecnológicos chinos hasta el 31 de agosto
Escuchará recomendaciones interinstitucionales y argumentos de la industria para posibles modificaciones en los gravámenes
La Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos ha anunciado una pausa de los aranceles sobre los productos chinos relacionados con la tecnología, la propiedad intelectual y la innovación hasta el 31 de agosto.
En el comunicado de la agencia se expone que se trata de los artículos de la sección 301 de la Ley de Comercio sobre las importaciones chinas, dotándolos de una extensión de tres meses por una revisión en marcha sobre las recomendaciones interinstitucionales y los comentarios del público.
«Estas exclusiones, otorgadas originalmente en el marco de la investigación estadounidense sobre los actos, políticas y prácticas de China relacionados con la transferencia de tecnología, la propiedad intelectual y la innovación, permanecerán vigentes hasta el 31 de agosto», rezaba el texto.
La Oficina del Representante Comercial pretende evaluar más en profundidad posibles cambios adicionales según corresponda, además de seguir con la revisión en coordinación con el Comité interinstitucional de la Sección 301 y considerando los argumentos de la industria.
Dicho apartado de la Ley de Comercio permite al Presidente llevar a cabo las políticas apropiadas —sean o no arancelarias— para tratar los actos o prácticas injustos de una administración extranjera que conlleve un lastre para el comercio de Estados Unidos.
Trump acusó a China de violar el pacto arancelario
Los Aranceles de China fueron implantados en 2018 tras una investigación de la Oficina del Representante Comercial sobre las prácticas comerciales del gigante asiático, evaluándolas como no razonables o discriminatorias y que restringían a los trabajadores y empresas de EE.UU.
El pasado viernes Trump acusó a Pekín de violar el pacto de rebaja de aranceles sin detallar los términos en los que se habrían saltado el acuerdo. Este se trata del segundo de la Administración Trump después del anuncio de sus gravámenes globales después del cerrado con el Reino Unido.
En dicho pacto se firmó que ambos países llevarían a cabo una tregua arancelaria que disminuyó las tarifas norteamericanas del 145 % al 30 % sobre los productos chinos, mientras que la potencia asiática los redujo del 125 % al 10 %.