
La presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, y la ministra para la Transición Energética, Sara Aagesen
Red Eléctrica sitúa el inicio del apagón en una fotovoltaica mientras culpa a las centrales convencionales de «no cumplir»
El 28 de abril a las 12:33 horas la Península Ibérica se quedó completamente a oscuras. En un primer momento, el Gobierno apuntó a un posible ciberataque, algo que Sara Aagesen, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, ya descartó por completo. Pero esta semana se han ido conociendo más detalles de lo que nos llevó al cero energético.
Este martes, Aagesen compareció en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para dar cuenta del informe del Comité de análisis que determinaba las causas del apagón. Durante ella, la titular de Transición Ecológica apuntó directamente a la gestión de Red Eléctrica y, a su vez, salpicó a las compañías energéticas. Además, aseguró que el origen del apagón «fue multifactorial»: tuvieron lugar una serie de sobretensiones y hubo un insuficiente sistema de control.
Red Eléctrica, por su parte, presentó este miércoles un informe propio en el que contradecía al Ejecutivo y culpaba a las compañías eléctricas privadas por incumplir sus obligaciones e incluso de ocultar información relevante.
Mientras se van pasando la pelota y no asumen responsabilidades, hay algo en lo que coinciden el informe elaborado por el comité de análisis y el de REE, y es que se produjo una sobretensión «de forma rápida, sostenida y lineal», que provocó una desconexión masiva y un efecto en cascada que «ya no había nada que hacer». Además, ambos han situado el inicio del cero energético en una planta fotovoltaica de Badajoz.
En el documento encargado por el Ejecutivo se señala que entre las 11:50 horas y las 12:02 horas no se habían identificado «perturbaciones en la red de transporte del sistema peninsular». En ese periodo, los valores de tensión se encontraban «dentro de los márgenes definidos». También se analizó la amplitud de la oscilación de tensión en distintos puntos de la red «identificándose una mayor amplitud en la zona suroeste de la península».
También se analizó el comportamiento de las plantas de generación que estaban funcionando en esos momentos, especialmente en la zona suroeste. «En todos los casos analizados se ha identificado que la generación renovable –fotovoltaica– presentaba una generación plana, con la excepción de una instalación en Badajoz».
En ella se detectó un comportamiento «anómalo» en torno a las 12:03 horas. En pocos segundos, se produce una sobretensión, que ya había tenido lugar algunos minutos después de las 11:20 horas y pocos minutos antes de las 12:19 horas, que se pudieron amortiguar tomando una serie de medidas que fueron efectivas, pero que situaban a su vez al sistema en una situación de mayores tensiones.
A las 12:32 fue cuando tuvo lugar la subida de tensión desbocada y se comenzaron a detectar varias desconexiones en centrales pequeñas. A ellas les siguieron otras de mayor envergadura en Granada, Badajoz y Sevilla, provocando un efecto en cascada, la gran mayoría en plantas fotovoltaicas.
La ministra, durante su comparecencia, también aludió al comportamiento de las centrales convencionales, como son los ciclos combinados, nuclear y carbón generación –síncrona, que contribuye a estabilizar el sistema–, que operaron de manera anómala al amortiguar esos picos de tensión. De hecho, había menos en funcionamiento, ya que el día antes del apagón una de ellas «se mostró inoperativa y el operador se vio obligado a reprogramar, pero no sustituyó el parque térmico». Esto supuso que el día 28 se «operase con menos potencia reactiva que en otro momento del año».
Desde Red Eléctrica han explicado algo similar. Han aludido al «mal funcionamiento» de la planta fotovoltaica de Badajoz que el operador tiene «perfectamente identificada», pero que no revela por «cuestiones de confidencialidad». Pero han insistido que la participación de la central que faltaba no hubiese evitado el apagón.
«Si los generadores con obligación de cumplimiento de control dinámico de tensión hubiesen cumplido, no hubiéramos tenido apagón», aseguró Concha Sánchez, directora general de Operación de Red Eléctrica. De esta manera carga contra las compañías privadas, acusándolas de no trabajar de forma efectiva.
El Gobierno se ha pasado casi dos meses defendiendo que las renovables no han sido la causa, y aunque en su informe no lo asegura explícitamente, sí da a entender que la falta de energía síncrona en el mix energético fue la que impidió estabilizar las tensiones.
Pese a ello, el Gobierno sigue defendiendo el uso de las renovables. De hecho, el próximo martes va a aprobar un Real Decreto-ley con medidas para dar estabilidad a la red, entre las que se encuentra la puesta en marcha del servicio de control de tensión, de modo que la tensión dinámica pueda ser regulada no sólo por los equipos síncronos (hidroeléctricas, ciclos combinados de gas, centrales nucleares) sino también por las instalaciones de generación renovable.