El cuerpo del presidente del Gobierno José Canalejas yace en la Puerta del Sol tras ser asesinado por un anarquista
Los cinco magnicidios de la historia reciente de España: cuatro, obra de terroristas y un crimen sin resolver
Juan Prim, Cánovas del Castillo, Eduardo Dato, José Canalejas y Carrero Blanco fueron asesinados cuando ocupaban la Jefatura del Gobierno
En poco más de un siglo cinco presidentes del Gobierno de España murieron asesinados. Hubo muchos más intentos de asesinatos, como los que sufrieron los Reyes Alfonso XII, Alfonso XIII y Don Juan Carlos. Todos los atentados fueron perpetrados por terroristas, excepto el del general Juan Prim, cuyos autores siguen siendo un misterio.
1870: El general Prim
El general Juan Prim (Reus 1814-Madrid 1870) fue víctima de un atentado el 27 de diciembre de 1870. Este militar masón era el principal valedor del Rey Amadeo de Saboya, que precisamente ese día había partido de Italia hacia España para asumir la Corona. Prim fue herido por tres balas cuando su carruaje fue objeto de una emboscada en la calle del Turco (hoy Marqués de Cubas) tras salir del Congreso de los Diputados, donde se había votado la asignación económica de la nueva Casa Real.
Momia de Juan Prim expuesta por el Ayuntamiento de Reus en el bicentenario del general
El militar, que en aquel momento era jefe de Gobierno, llegó malherido al Palacio de Buenavista (actual Cuartel General del Ejército de Tierra), donde falleció tres días después. Las sospechas del crimen apuntaron hacia el general Serrano, cuya carrera política se benefició con la muerte de Prim, y hacia el duque de Montpensier, que era uno de los aspirantes a la Corona española. Pero el asesinato sigue siendo uno de los grandes enigmas de la historia de España.
1897: Cánovas del Castillo
El político conservador Antonio Cánovas del Castillo (Málaga 1828-Mondragón 1897) fue el artífice de la Restauración de la Monarquía tras el fracaso de la I República. Cánovas fue asesinado en los baños termales de Santa Águeda, en el municipio guipuzcoano de Mondragón, a los que llevaba acudiendo más de 30 años. De hecho, allí tenía un despacho en el que atendía los asuntos más urgentes.
Antonio Cánovas del Castillo fue asesinado en el balneario de Santa Águeda (Mondragón)
El 8 de agosto de 1897, mientras leía el periódico La Época en uno de los bancos de la galería del balneario, el anarquista Michele Angiolillo, que se había instalado como un cliente más del establecimiento, le descerrajó tres tiros y murió una hora después. Su muerte conmocionó a la España de la época.
1912: José Canalejas
La mañana del martes 12 de noviembre de 1912 el presidente del Gobierno, José Canalejas (Ferrol 1854-Madrid 1912), estaba paseando por la Puerta del Sol. Tras haber despachado con el Rey a las 10 de la mañana y pasar por su casa, hacía tiempo para presidir el Consejo de Ministros, previsto para las 12 horas en el Ministerio de la Gobernación.
Público aglomerado frente a la libraría San Martín, en la Puerta del Sol, tras el asesinato de Canalejas
El cuerpo de José Canalejas en el Ministerio de la Gobernación
Retrato del presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas
Fue entonces cuando se paró a mirar el escaparate de la librería San Martín, situada casi en la esquina con la calle Carretas, y en ese momento el anarquista Manuel Pardiñas le disparó tres tiros a quemarropa con una pistola Browning y le mató en el acto. Supuestamente, el asesino se suicidó después. Este magnicidio obligó a reorganizar la policía.
1921: Eduardo Dato
Tres pistoleros anarquistas -Ramón Casanellas, Pedro Mateu y Luis Nicolau- asesinaron el 8 de marzo de 1921 al político conservador Eduardo Dato (La Coruña 1856-Madrid 1921). Cuando se dirigía en el automóvil oficial a su domicilio, en la calle Lagasca, 4, los terroristas le dispararon una veintena de balazos con pistolas Mauser desde una moto con sidecar a la altura de la Puerta de Alcalá. Solo uno de ellos -Mateu- fue detenido, pero los tres fueron amnistiados cuando se proclamó la II República.
Retrato del político conservador Eduardo Dato, asesinado por los anarquistas
Vehículo en el que viajaba Eduardo Dato cuando fue asesinado por tres anarquistas
Legajos y pruebas relativas al atentado contra Eduardo Dato depositados en una sala de un juzgado especial
Dato era un político católico con gran conciencia social y dedicó gran parte de sus esfuerzos a mejorar la vida de las clases trabajadoras. Creó el Instituto Nacional de Previsión, precursor de la Seguridad Social y la asistencia sanitaria pública.
1973: Carrero Blanco
El asesinato de Luis Carrero Blanco (Santoña 1904-Madrid 1973) provocó un enorme impacto en la sociedad española. El 20 de diciembre de 1973 el presidente del Gobierno había acudido, como cada mañana, a misa en la iglesia de los jesuitas y regresaba a su casa (calle Hermanos Bécquer) para desayunar antes de trasladarse a la Presidencia del Gobierno (entonces estaba en el Paseo de la Castellana).
Así quedó el vehículo de Carrero Blanco tras el atentado de ETA que le arrebató la vida
Cráter en la calle Claudio Coello tras el atentado en el que murieron Carrero Blanco y sus dos escoltas
Cuando su coche, un Dodge 3700 GT de color negro y sin blindar, circulaba por la calle Claudio Coello, los terroristas de ETA activaron las cargas explosivas que habían colocado dentro de un túnel subterráneo excavado previamente. La explosión provocó un inmenso cráter en la calle y lanzó por los aires el coche de Carrero, que acabó cayendo en un patio interior. Hasta ese momento se pensaba que Carrero Blanco sería el hombre fuerte del Gobierno tras la muerte de Francisco Franco.
