
Carlos Lesmes, presidente del CGPJ en funciones y del Supremo
Premios Fundación Marqués de Oliva
Carlos Lesmes, expresidente del Supremo: «Las democracias se gobiernan con leyes que aplican los jueces a los que hay que respetar»
El hoy magistrado del Supremo ha sido distinguido con el galardón jurídico especial Merca2 en su edición del año 2025: «La Justicia española resistirá y que la independencia de nuestros jueces quedará preservada»
Hace unos días Carlos Lesmes, el ex presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, donde actualmente ejerce como magistrados tras finalizar su etapa anterior, recibía el premio especial Merca2 para juristas, a propuesta de la Fundación Marqués de Oliva.
Una cita en la que estuvo acompañado por diferentes personalidades del mundo del Derecho y de la Política y cuyo discurso de agradecimiento se convirtió en una defensa firme y apasionada de la Justicia, con mayúsculas que, dadas las circunstancias actuales, provocó el aplauso cerrado y en pie de todo el auditorio. Con una excepción, incómoda, que fue la del ministro Oscar López, presente en el evento de entrega del galardón. «Se le vio incómodo durante toda la intervención», aseguran fuentes presentes en la velada. Y es que, en plena afrenta del Gobierno del que forma parte a la independencia de la Justicia, López se convirtió, sin quererlo, en el elefante rosa en la habitación.
«Para mí es una gran satisfacción recibir este reconocimiento a lo largo de mi vida profesional y cuando yo he podido dar reconocimientos, he hecho siempre lo posible por hacerlo. Creo que las personas, además de las retribuciones dinerarias, satisface mucho más recibir retribuciones morales como es el reconocimiento y por lo tanto, expreso mi gratitud a la Fundación Marqués de Oliva», arrancaba un emocionado Carlos Lesmes.
«Nosotros los jueces somos un poco raros y vivimos en un ambiente de un cierto aislamiento y estos fenómenos que son conocidos en la sociedad, pues son menos, menos conocidos para nosotros», explicaba. Y, pensando en las razones que le habían llevado a recibir la distinción «llegué a la conclusión que el comenzar dando un premio jurídico tenía todo el sentido y tenía todo el sentido, porque el mundo de la política y del derecho están íntimamente unidos, aunque no lo parezca. Y el mundo de los negocios y el mundo empresarial también está íntimamente unido al Derecho».
Las decisiones de los jueces tienen que ser respetadas porque el respeto a la decisión judicial es el respeto a la ley
«Las democracias se gobiernan con las leyes, también con la ley de presupuestos y las leyes las interpretan y las aplican los jueces. Las decisiones de los jueces tienen que ser respetadas porque el respeto a la decisión judicial es el respeto a la ley. Cuando no se respeta la decisión judicial, no se está respetando la ley y cuando no se respeta la ley, la propia democracia se tambalea», afirmaba Lesmes.
«En relación con los negocios, yo quiero citarles a un señor que murió hace muchísimo tiempo, que era un filósofo escocés que vivió hace más de 250 años y que se llamaba Adam Smith, y este señor, Adam Smith, escribió un librito que se llamaba 'La riqueza de las naciones'. En ese librito él se preguntaba, ¿cuál es el factor de riqueza de una nación? ¿cuál es el más importante? Pues llegaba a la conclusión que el factor más importante era la fortaleza institucional. Y ¿qué significa esto de la fortaleza institucional? Pues que hay leyes que rigen los negocios, que esas leyes son claras, que esas leyes se aplican y que cuando hay conflictos hay unos jueces que los resuelven con independencia y con imparcialidad. Y eso es un factor de riqueza y eso lo proporciona el derecho. La seguridad jurídica. Al mundo de los negocios. Sin seguridad jurídica, los negocios no se desarrollan. Se desarrolla otra cosa, pero no unos negocios lícitos, generadores de riqueza en una nación», continuaba el ex presidente del Supremo.
«Miren, yo he tenido en mi vida dos grandes vocaciones. La primera, la más personal y la más potente. Mi familia, mi mujer, mis hijos, mis hermanos, que tengo la suerte de tenerlos hoy aquí conmigo. Y una segunda y muy potente vocación también, que es la vocación de servicio a la Justicia», proseguía.
«La vocación de servicio a la justicia para mí es la mejor forma de servir a España. Yo llevo más de 40 años siendo juez, he desempeñado múltiples responsabilidades -la más importante, sin duda, y la que ha constituido el máximo honor para mí presidir el Tribunal Supremo y el Consejo del Poder Judicial, durante casi nueve años- y a lo largo de este tiempo hemos vivido situaciones muy diversas turbulencias, inquietudes, acosos a la justicia», recordaba.
No vivimos un buen momento para la Justicia, sumida en una situación de auténtico acoso
Sin embargo, «este momento que vivimos no es un buen momento y yo necesariamente tengo que hacer referencia a ello. Es una situación de auténtico acoso, hasta el punto de que un ilustre colega que se encuentra aquí presente ha publicado muy recientemente un libro que se llama 'La Justicia amenazada'», en referencia al magistrado Manuel Marchena, presente en el acto, y ex presidente de la Sala Penal del Supremo.
«¿Y por qué digo esto? Hace unos años ustedes recordarán que España sufrió una enorme crisis institucional. Es más una crisis existencial, la más importante, la más grave en los últimos 80 años. Y los jueces fueron llamados no porque ellos lo desearan especialmente, pero fueron llamados a restablecer el orden jurídico que había sido perturbado. Y algunos de esos jueces que se limitaron a cumplir con su deber. Y que consiguieron que ese orden jurídico se restaurara. Fueron insultados. Se arrojó basura a la puerta de sus casas. Algunos de ellos han sido insultados desde la propia tribuna del Congreso de los Diputados. Pero, como digo, ellos se limitaron a cumplir con su deber, con su deber para con su país y para su deber con la Constitución y con la ley», subrayaba.
En cambio, «en estos últimos meses, pues estamos viendo que también, que también hay unos jueces que están investigando causas de corrupción, que todos conocemos, que aparecen todos los días y que también han sido acosados, insultados, llamados ignorantes, prevaricadores y unas cuantas cosas más», denunciaba públicamente Lesmes.
Pero aunque esto sea así, «yo, hoy, en este acto de reconocimiento, no voy a ser en modo alguno pesimista. Les diré que la Justicia española resistirá y que la independencia de nuestros jueces quedará preservada. Y lo digo por varias razones: la primera, porque lo garantiza nuestra Constitución, para la cual el valor Justicia es fundamental. Nuestra Constitución arranca sus primeras palabras de su preámbulo diciendo que la nación española desde el establecimiento de la Justicia y su artículo primero fija los cuatro grandes valores sobre los que se asienta nuestro Estado de Derecho que son la libertad, la igualdad, el pluralismo político y la Justicia».
El respeto a la independencia judicial es esencial para los países que quieran ser compatibles con la Unión Europea
«Y si nos vamos al artículo 117, dice que la justicia emana del pueblo y se administra en nombre del rey por jueces y magistrados independientes, responsables, inamovibles y sometidos únicamente a la ley. Esto es lo que dice nuestra Constitución. La Justicia es un deseo. La Justicia es un valor. Y la Justicia es un servicio», reafirmaba el magistrado.
Para el que, también, «hay una segunda razón por la que la situación se va a preservar y por lo que nuestra Justicia resistirá a esta situación. Esa es la pertenencia de España a la Unión Europea». Que di bien «muchas veces pensamos que es meramente una unión de mercaderes. No es verdad. La Unión Europea es una unión en el Derecho y la pertenencia a la Unión Europea consiste, entre otras cosas, en el respeto al Estado de Derecho y el respeto a la independencia judicial. Hasta el punto de que aquellos países que no lo respetan son incompatibles con la propia Unión Europea», auguraba el ex presidente del CGPJ.
Pero es que, a su juicio, «hay una tercera razón la más poderosa» por la que el Poder Judicial superará todos los ataques que está recibiendo y es que «en España sirven 5600 jueces, hombres y mujeres que con profesionalidad y con sentido del servicio, procuran una sociedad más justa, más igualitaria, más libre, que reconocen y tutelan derechos que aseguran la convivencia entre todos y que obligan a los poderes públicos a someterse a la ley y al derecho, como manda la Constitución. Y esa es la verdadera fortaleza de nuestra Justicia. Y siendo yo y reconocido, como se ha dicho, como defensor del Estado de Derecho, quienes realmente defienden el Estado de Derecho, todos y cada uno de los días del año, son esos 5700 jueces, hombres y mujeres que se afanan por hacer una España mejor». Por eso, «yo hoy pido que este reconocimiento también sea para ellos», concluyó Carlos Lesmes.