
Un reportero graba la entrada al apartamento en la octava planta del edificio ubicado en la calle María Teresa de Calcuta de Málaga desde donde un hombre y una mujer se han precipitado este martes al vacío y han fallecido
Málaga Un suicidio pactado: la dura realidad de los exiliados ucranianos llevó a un matrimonio a saltar de un octavo
La pareja que se precipitó al vacío compartía una sola habitación, a su vez realquilada a otra compatriota, en un edificio del distrito malagueño Cruz del Humilladero
El reloj marcaba las 7:50 de la mañana del martes cuando un fuerte golpe rompió el silencio que normalmente envuelve esta hora tan temprana. Un hombre de 64 años y una mujer de 60 morían tras precipitarse al vacío desde un octavo piso en un edificio en Cruz del Humilladero, en la capital malagueña.
Los dos fallecidos eran una pareja de nacionalidad ucraniana. El impacto de sus cuerpos al caer desde tanta altura contra el suelo sobresaltó a los vecinos, confundiendo, algunos de ellos, el golpe con una explosión. La Policía Científica investiga el suceso para aclarar las circunstancias en el que se produjo.

Un trabajador del Ayuntamiento de Málaga baldea la zona donde un hombre y una mujer han fallecido tras precipitarse este martes al vacío
Las primeras hipótesis apuntan al carácter suicida de ambos decesos. La inspección ocular descarta signos de violencia, alejando así otras teorías como un posible caso de violencia doméstica.
Ucranianos en España
Se sabe que esta pareja ucraniana residía desde hacía relativamente poco en el número 6 del edificio Alondra en una habitación realquilada por otra compatriota. Su muerte, toda vez que se confirme la hipótesis principal del suicidio acordado, se explicaría desde la dura realidad de muchos ucranianos que se han visto obligados a abandonar su país para huir de la guerra.
Muchos de ellos, a pesar de encontrar una segunda oportunidad, en España u otros países, de rehacer sus vidas, se enfrentan a un complicado panorama cuando las ayudas o los programas de auxilio terminan. La sombra del paro acecha, y eso supone un golpe difícilmente encajable para algunas personas que en Ucrania gozaban de un nivel de vida tranquilo. El hecho de que en este caso ambos compartieran una habitación realquilada por otra compatriota podría explicar las dificultades económicas que ambos atravesaban en Málaga.
Mientras el barrio recuperaba poco a poco la tranquilidad perdida, la Policía tomaba declaración a la persona que les tenía realquilado el cuarto, para intentar averiguar la causa definitiva de las muertes.