Page: «Muchos de los dirigentes de todo tipo, no solo políticos, están muy por debajo de la propia gente»

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha enviado este miércoles un «mensaje de tranquilidad y confianza» a todas las empresas que quieran invertir en la Comunidad Autónoma porque en esta región «estamos orgullosos, a pesar de los malos vientos políticos mundiales y domésticos que se están cocinando».

«Es verdad que la política muchas veces no ayuda a que las grandes empresas o las pequeñas se decidan por apuestas a medio y largo plazo, porque realmente el mundo a veces parece que se ha vuelto loco, si medimos el mundo por sus dirigentes», ha comentado en su intervención tras el acto de colocación de la primera piedra de la nueva planta de la compañía FM Logistic, en el Polígono Industrial 'El Ruiseñor' de Guadalajara.

A su juicio, «estamos viviendo una etapa en la que muchos de los dirigentes de todo tipo, no solo políticos, están muy por debajo de la propia gente a la que pretenden representar, y la realidad es que de lo que más orgulloso nos podemos sentir es que buena parte del crecimiento económico que estamos experimentando en Castilla-La Mancha, tengo que decir que en buena medida también en España, pero aquí de una manera yo creo que muy evidente como muy palpable, se traduce en muchas cosas», ha manifestado el socialista.

De hecho, ha asumido que aquí en concreto «el mayor problema que tenemos es encontrar mano de obra, lo cual créanme es algo que desearían tener como problema en buena parte de España y en buena parte de Europa», apuntando que el crecimiento aquí «tiene que ver y mucho con decisiones estructurales».

«Digamos que podemos sortear los malos rollos políticos, las dinámicas de conflictividad institucional porque se está en el camino correcto y podremos tener baches, podremos tener curvas, pero finalmente el camino es muy correcto», ha indicado García-Page, que ha señalado que esta es «una tierra que quiere inversión» y en la que no se predica «el odio al que gana» dinero, siempre y cuando una parte de lo que se gane se convierta «en un beneficio de todos».