
Más de un millar de personas asisten a la convocatoria de Conceyu País Llionés y Xuntanza Llionesista en León
El alcalde socialista de León apoya una marcha por el 'Lexit': «Un leonés no se sentirá nunca castellano»
Un millar de personas secunda una manifestación para reclamar la 18ª comunidad autónoma de España y el regidor de la capital leonesa, José Antonio Díaz, opina que «la mayoría de los leoneses no comparten las señas de esta Comunidad, ni históricas, ni territoriales, ni geográficas, ni identitarias»
El IV Caminu la Llibertá reclamó este domingo la autonomía leonesa en las calles de la capital, en una marcha reivindicativa que llegó a congregar a un millar de personas durante su recorrido y que terminó con unas 400 en la plaza de la catedral, donde varias personas leyeron textos o prestaron testimonios alusivos al mensaje regionalista. El recorrido estuvo arropado por numerosos carteles, pancartas y grandes letras con la palabra 'Lexit', en alusión a la reivindicación de constituir la autonomía número 18 del país. y buena parte de los asistentes portaban banderas de León, como pudo comprobar Ical.
«PP y PSOE son la ruina perfecta para este territorio. Da igual que gobierne uno o que gobierne otro Hay que revertir los partidos estatales por locales, ya» fue uno de los mensajes lanzados por el presidente de Conceyu País Llionés, Carlos González, conocido como Carlos Cerra. El colectivo, promotor de la iniciativa junto a Xuntanza Leonesista, también pretende pedir explicaciones por la inacción institucional tras la aprobación de la moción pro-autonomía en numerosos ayuntamientos y pedanías y hace ya casi un año en la Diputación. «Yo no he visto nada. Si alguien lo ha visto un movimiento… y ahí está gobernando el Partido Socialista; línea directa con Sánchez, No sé, hay que pedir responsabilidades, sin duda», añadió.
Para los organizadores, la movilización tiene en la identidad leonesa su principal motivo. «Esto va por identidad, no va por otra cosa. Que luego, además, se nos ha añadido en estos 42 años una ruina económica, sanitaria, social, poblacional, identitaria, sin parangón, en los mejores años de España y no digamos de Pucela, ¿cómo no vamos a salir?», argumentó.

Manifestación leonesista, en León, este domingo
La Unión del Pueblo leonés apoyó la iniciativa y varios responsables institucionales se sumaron a la manifestación, con el secretario general Luis Mariano Santos a la cabeza. «Tenemos que estar; reivindicar el cambio territorial es nuestra obligación» señaló antes de mostrar su convencimiento de que en las próximas elecciones autonómicas la formación será la más votada en la provincia leonesa. «Se lo vamos a demostrar. Estoy convencido de que la UPL será la fuerza mayoritaria en León y será un mensaje que no van a poder olvidar PSOE y PP», dijo.
También el líder provincial de UGT, Enrique Reguero, acudió a una convocatoria en la que se hizo notar alguna petición ajena como la que reclamó justicia para los cinco mineros leoneses fallecidos en una mina de Cerredo (Asturias).

Una manifestante por la autonomía leonesa
Entre las palabras y mensajes que protagonizaron las ocho intervenciones de cierre de la jornada estaban las del alcalde de León, José Antonio Diez –de viaje en Roma estos días con motivo del Jubileo de las Cofradías–. En ellas se destacó las que inciden en el encaje constitucional de la modificación del mapa autonómico para añadir que «la mayoría de los leoneses no comparten las señas de esta Comunidad, ni históricas, ni territoriales, ni geográficas, ni identitarias. Esta autonomía que no ha hecho más que aumentar la brecha territorial entre las dos regiones. Es indudable que un leonés no se sentirá nunca castellano por una razón obvia: porque no lo es».
También se dio lectura a un escrito elaborado por Rogelio Blanco, Juan Pedro Aparicio y José María Merino en el que reclamaron «la unidad precisa de voluntades, voces y esfuerzos constructivos encaminados a un fin asumido y aceptado por todos: la autonomía. Porque nuestras demandas son plenamente democráticas ante la desastrosa evolución de todos los índices socio-económicos: pérdida de población y de empleo, pérdida de industrias y ausencia conexiones con Europa, desmantelamiento de instituciones del Estado con base en León y, sobre todo, falta de un poder político propio capaz de analizar nuestros males y tratar de corregirlos».