Puigdemont entra en pánico por el auge de Orriols y pide prohibir el burka y el niqab en Cataluña

No es ningún secreto que en Junts cunde el pánico por el auge electoral de Aliança Catalana. El partido hispanófobo y separatista capitaneado por Sílvia Orriols presenta un crecimiento espectacular en las encuestas –pasaría de dos a hasta diez escaños en el Parlament, según el último barómetro del CEO– a costa de los de Carles Puigdemont, a quienes ‘roba’ un buen pellizco de votantes hastiados.

De ahí el continuo viraje a la derecha que Junts lleva escenificando de un tiempo a esta parte para intentar tapar los agujeros a tiempo y evitar la sangría de votos. Los de Puigdemont han endurecido su discurso en temas como la delincuencia, la inmigración o la okupación, y ahora se lanzan al ataque de una de las «vacas sagradas» del discurso de la alcaldesa de Ripoll: el velo islámico.

Orriols, que se declara como «islamófoba» sin remilgos, lleva tiempo haciendo de la oposición al velo –que ella tilda de parrac, «trapo» o «harapo» en español– uno de sus caballos de batalla. Ahora se le suma Junts: la ejecutiva del partido postconvergente acordaba este jueves posicionarse en contra del uso del burka y el niqab en Cataluña. El primero es el velo integral y el segundo, el que deja ver los ojos.

Los juntaires también piden prohibir el uso de cualquier tipo de velo islámico por parte de menores en escuelas e institutos, así como en las actividades extraescolares y deportivas, hasta los 16 años. Los de Puigdemont alegan una razón de discriminación por razón de género, además de una cuestión de seguridad.

Junts asegura que afrontará el debate fuera de «posiciones buenistas», y dicen que no quieren entrar en cuestiones religiosas. «Hemos escuchado a todo el mundo y hemos tomado una decisión», dicen, asegurando que también han hablado con colectivos de religión islámica.

Bachillerato y piscinas

Desde Junts dicen también que mantienen abierto el debate sobre la posición que deben adoptar en relación al uso del velo en la etapa del bachillerato, de los 16 a los 18 años, dado que es formación no obligatoria. También se abren a que se pueda usar el llamado burkini en las piscinas catalanas, amparándose en que está permitido usar «ropa técnica» por cuestiones de salud y que es difícil discernir el motivo por el que una persona quiere usar un bañador u otro.

Se trata, añaden desde la formación, de un posicionamiento político que irá evolucionando, aunque de momento no se traducirá en iniciativas políticas. De hecho, Junts ha votado en contra de una moción de AC en el Parlament que pide rechazar elementos “como el hiyab, el niqab, el burka y el burkini, la 'xaila', el khimar o el chador como instrumentos de control".

Los de Puigdemont –moviéndose en el alambre– justifican su rechazo considerando que el redactado de esta moción «destila odio por todas partes». El partido ha asegurado que trabajan con el objetivo de que Cataluña sea un solo pueblo, y opinan que con esta moción de AC lo que se consigue generar «catalanofobia».