La consejera de Economía de Illa defiende desde Madrid un modelo de financiación singular «generalizable»

La consejera de Economía, Alicia Romero, ha defendido un modelo de financiación «singular generalizable» que sirva a Cataluña, pero al que se puedan añadir otras comunidades autónomas. Y respetando, eso sí, «el principio de solidaridad y ordinalidad».

Es la propuesta que ha lanzado durante un acto celebrado en el Consejo General de Economistas de Madrid, y que se tiene que enmarcar en ese intento del gobierno catalán, y en especial de Salvador Illa, de hacer «pedagogía» y explicar su propuesta de financiación en el resto de España.

Romero ha explicado que Cataluña siempre la «liderado» las reclamaciones para que se actualicen los mecanismos de financiación territorial, y ha dejado claro que la voluntad no es que mejora solo esta comunidad autónoma, sino que lo hagan todas y que «mejore España». Y, en cualquier caso, ha recordado que la última actualización del sistema de financiación lleva ya más de una década de retraso.

Y también entonces, en la última actualización, Cataluña tuvo un papel destacado. La consejera ha destacado que en 2009 se aprobó teniendo en cuenta este «acento catalán» y después se hizo extensivo a todas las comunidades autónomas que, lo aceptaron sin problemas porque vieron que «era un buen modelo que mejoraba sus recursos».

Romero ha reconocido que la Generalitat trabaja para un modelo pensado para Cataluña, pero que se pueda «generalizar». ¿Y cómo puede ser eso compatible? Para la consejera hay aspectos que son comunes, pero también hay otros «singulares». Y ha recordado que las Islas Canarias ya tienen un régimen fiscal propio.

«El modelo que estamos planteando, que estamos poniendo encima de la mesa, que es singular para Cataluña, porque respeta, reconoce y financia estas singularidades, se puede entender, porque otros también lo tienen», ha apostillado.

Y sobre otra cuestión, como el ámbito de la fiscalidad. La consejera de Economía dice que el gobierno de la Generalitat no quiere «castigar el éxito», pero tampoco que se consoliden «privilegios heredados». Y ha defendido un sistema tributario que promueva la «equidad estructural» y que redistribuya la riqueza sin castigar la iniciativa privada.