Imagen de archivo de unos alumnos realizando un examen en un aula del CEU

Imagen de archivo de unos alumnos realizando un examen en un aula del CEUCEU UCH

La CEU UCH implanta un sistema pionero para evitar fraudes en los exámenes con tecnología avanzada

Más de 4.000 estudiantes han sido evaluados en los campus de Valencia, Elche y Castellón durante el presente curso académico bajo la nueva herramienta de control electrónico sin detectarse trampas

Con el fin de garantizar el correcto desarrollo de los exámenes ante la llegada de nuevas tecnologías, la Universidad CEU Cardenal Herrera ha dado un paso más en el control de las pruebas escritas a través de un nuevo sistema que impide cualquier tipo de fraude mediante el uso de dispositivos electrónicos. «Una muestra más del compromiso de la Universidad con la exigencia y el rigor académico», en palabras del rector Higinio Marín.

La nueva medida se ha implementado en todas las convocatorias del presente curso. En total se han supervisado de manera aleatoria más de 50 aulas de los campus de Elche, Valencia y Castellón, donde se han examinado unos 4.000 estudiantes. En ninguna de las pruebas revisadas se ha detectado fraude alguno.

El objeto de las intervenciones ha sido detectar si en el aula existían dispositivos móviles encendidos durante los exámenes y de esta manera impedir el uso de pinganillos ocultos. Para ello se utiliza tecnología que permite la ley y que se utiliza en otras instituciones académicas.

Según el rector de la CEU UCH muy pocas instituciones han sido capaces de implementar este sistema; «los resultados son una prueba más de que los estudiantes han adquirido una sólida formación a través del esfuerzo». «Para nosotros la reputación académica de nuestra institución, de sus profesores y estudiantes, es esencial, y por ello trabajamos cada día en mejorar la calidad de nuestro buen hacer», remarca.

Marín recuerda que el CEU tiene como misión fundacional «el estudio y la autoexigencia como valores inexcusables para adquirir un sólido espíritu de servicio a los demás». «Nuestros estudiantes aprenden de sus profesores que no hay mayor riqueza que darse a los demás y formarse, de una manera ética y honesta, para estar a la altura de los retos de nuestro tiempo».

Impacto positivo

Antes de poner en marcha el nuevo sistema de control, la Universidad informó a todo el profesorado y alumnado. El vicerrector de Ordenación Académica y Digitalización, Juan Manuel Corpa, asegura que esta iniciativa ha generado «un impacto positivo significativo» en la comunidad universitaria. «Aunque la implementación del sistema ha generado inconvenientes menores, la aprobación generalizada por parte de estudiantes y docentes ha sido notable», destaca.

Para el catedrático, estas medidas de seguridad son necesarias por el creciente desarrollo de nuevas tecnologías que posibilitan el fraude en las pruebas. El vicerrector considera que acabará por implementarse en todas las universidades, como ocurrió con la docencia online durante la pandemia. «Entonces ya pusimos en marcha un sistema para la supervisión remota de los exámenes online durante el confinamiento denominado Proctoring», subraya.

En su opinión, el nuevo sistema de vigilancia no solo ejerce un «efecto disuasorio», sino que también da seguridad y tranquilidad a los alumnos de la CEU UCH. El catedrático considera que esta iniciativa muestra el compromiso de la institución académica por «la cultura del esfuerzo y el valor de la honestidad».

La elección de Casva Seguridad obedece, en palabras del vicerrector, «a sus más de 30 años de colaboración con grandes instituciones, entre ellas la nuestra, y haber implementado con gran éxito esta tecnología en otras universidades españolas».

Tecnología empleada

Durante la supervisión de las pruebas, Casva ha utilizado distintos dispositivos como escáner de radiofrecuencia, detectores por proximidad, de intrauriculares y de uniones no lineales, así como cámaras termográficas. En ningún caso se han puesto en marcha inhibidores, al estar prohibidos por el artículo 106.9 de la Ley 11/2022 de 28 de junio, sobre Telecomunicaciones.

Mediante el escáner de radiofrecuencia se detecta cualquier señal de emisión digital: telefonía móvil -señales GSM, 3G, 4G y 5G-, emisiones bluetooth, emisiones wifi, etc. De este modo, se analizan las emisiones que se están produciendo en el momento de la realización de la prueba en un amplio espacio (más allá de la ubicación física donde se encuentran los alumnos realizando la prueba), y permite identificar el tipo de señal emitida. Con el detector por proximidad se puede detectar cualquier señal que salga de un estudiante que porte un emisor en funcionamiento durante la prueba.

Como elemento disuasorio de intrauriculares (más conocidos como pinganillos), Casva posee un sistema electrónico, de diseño, desarrollo y fabricación propias, capaz de detectar cualquier elemento basado en la tecnología que utiliza el pinganillo, y que ofrece seguridad absoluta en el desarrollo de los exámenes. Con estos dispositivos se detectan llamadas en curso, móviles encendidos, emisiones bluetooth o wifi y la comunicación entre un emisor de bucle magnético y un pinganillo.

Más específico es el detector de uniones no lineales, que detecta cualquier tipo de semiconductor, presentes en todos los equipos electrónicos: emisores, receptores, teléfonos móviles, sistemas bluetooth, wifi, grabadoras, etc. Su efectividad alcanza incluso cuando los dispositivos de comunicación no autorizados se encuentran apagados o desconectados.

Por último, durante las revisiones de los exámenes en la CEU UCH también se ha contado con cámaras termográficas, útiles para obtener información térmica sobre un teléfono móvil en funcionamiento que pueda haber en el interior de una mochila, o bajo una mesa (pues sus elementos electrónicos, en funcionamiento, emitirán una radiación térmica mayor).

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