
Corpas celebra el 1-0 en Ipurúa
El Córdoba CF de siempre en Ipurúa (4-1)
Los de Iván Ania firman un mal partido y caen con claridad ante un Éibar superior
Quedarse sin opciones matemática de pelear por algo en el tramo final le ha sentado muy mal al Córdoba CF. La derrota en Burgos dejó todo visto para sentencia a falta de tres encuentros y, los dos siguientes, han venido a demostrar que a los de Iván Ania se les está haciendo larguísima la temporada. Hoy, pese a firmar un primer acto aceptable por momentos, volvieron a ser muy superados por un Éibar mejor y que, especialmente en la segunda parte, puso de manifiesto su mayor pegada.
Igual que en El Plantío para irse en desventaja al descanso
De entrada, Ania optó por introducir dos variantes con respecto al once frente al Mirandés: Yoldi entró en lugar del sancionado Jacobo y Magunazelaia era titular en casa en detrimento de Theo. Y, de entrada, Éibar y Córdoba respondieron a lo que se esperaba de ellos. Sin nada en juego, el intercambio de golpes se hizo aún más evidente. Y es que, aunque conjunto blanquiverde era el que dominaba el balón, fueron los armeros los que se aprovecharon de varias pérdidas para poner a prueba a Carlos Marín con dos oportunidades a cargo de Pascual y Bautista. La réplica cordobesista llegaría en las botas de un participativo Obolskii. El ruso pudo hacer el 0-1 en una gran acción individual que, no obstante, hubiera sido anulada por fuera de juego y, minutos después, anticipándose en el primer palo a un gran centro de Carracedo que Magunagoitia desvió a córner.
Desde entonces, y pasado el cuarto de hora de juego, fue el Éibar el que tomó aire y el que pudo hacer el 1-0. De nuevo apareció Carlos Marín, que con una buena mano abajo, impidió el gol de Chema. La pausa para la hidratación no hizo que el ritmo aumentase, pero en los últimos minutos fue otra vez el Córdoba el que obligó a Magunagoitia a sacar su mejor versión. Primero la tuvo Carlos Isaac con un lanzamiento que se marchó a saque de esquina y, en esa misma acción, Obolskii se topó con el portero azulgrana.
Sin embargo, el partido tenía reservado un desenlace negativo para los intereses blanquiverdes en el primer acto. Como en Burgos, una mala entrega resultó fatal. En esta ocasión, un pase flojo de Albarrán fue directo a Corpas que, sin pensárselo y viendo adelantado a Carlos Marín, ejecutó el 1-0. Exactamente igual que en El Plantío.
Obolskii empata y Bautista replica
Iván Ania, descontento con el devenir del partido, introdujo dos cambios para tratar de cambiar la dinámica. Theo y Corbo entraron en lugar de Pedro Ortiz y Marvel. Pero, lejos de mejorar, lo que se encontraron fue un Éibar mucho más entero que puso la directa para conseguir cuanto antes el segundo. El conjunto blanquiverde era incapaz de sacar el balón con fluidez y, en una nueva mala entrega, en esta ocasión de Carlos Marín, Bautista pudo hacer el 2-0.
Sin embargo, cuando más cerca estaba la sentencia, fue cuando apareció una buena jugada ofensiva del Córdoba, que logró salir de la presión y juntar varios pases con criterio hasta que Carracedo presentó en bandeja el gol a Obolskii que, en esta ocasión, no perdonó. Pero muy poco le iba a durar la alegría a los de Ania. Dos minutos. Fueron los que tardaron los armeros en ganar una disputa aérea que presentó a Bautista mano a frente a Carlos Marín. El '9' del Éibar, certero, establecía un 2-1 que hacía bastante más justicia a lo visto hasta el momento en Ipurúa. Y pudo ser peor, pues Bautista tuvo otras dos clarísimas que salvaron Theo bajo palos y Carlos Marín
Bautista sentencia con suspense
A partir de ahí, el Córdoba se diluyó. Ntji y Calderón intentaron cambiar la dinámica, pero el Éibar era un ciclón. Mucho más intenso y con más claridad en sus acciones de ataque, los de Beñat San José sentenciaron el duelo en una nueva transición que acabó con un centro medido para que Bautista, completamente solo, ajusticiara de cabeza y sellara el 3-1. Lo hizo con suspense, pues el VAR estuvo varios minutos analizando si existía una posición de fuera de juego que no lo parecía en absoluto.
De ahí al final, lo que estaba más cerca era el 4-1... y eso fue lo que llegó. A balón parado, Chema anotó de cabeza para hacer aún más sangre a un partido horrible en lo colectivo para el Córdoba. Lo mejor, sin duda, es que ya solo queda uno. El Arcángel echará el telón de la liga el próximo domingo frente al Albacete.