«Córdoba bate récords de autónomos mientras otras provincias pierden empleadores»

Lorenzo Amor (Córdoba,1965) ha sido reelegido al frente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en un momento clave para el sector. Con una trayectoria de más de tres décadas defendiendo los intereses de los autónomos, Amor insiste en que aún queda un largo camino por recorrer. «Queda mucho por hacer, mucho por escuchar, mucho por entender y mucho por eliminar», asegura a La Voz de Córdoba, convencido de que su organización debe seguir trabajando para colocar «la A de autónomo en el centro de la E de España».

Entre las principales reivindicaciones que plantea destaca la falta de protección de los trabajadores por cuenta propia en España en comparación con otros países europeos. «Es inadmisible que un autónomo con 52 años que se queda en paro no tenga un subsidio, mientras que un asalariado sí lo tiene», denuncia. «Al 60% de los autónomos que solicitan el paro se les está denegando. Imaginen la que se podría liar si al 60% de los trabajadores asalariados que quedan en paro se les negara su prestación», compara.

También señala que los emprendedores españoles son los únicos en Europa que carecen de un IVA franquiciado, lo que les obliga a seguir declarando este impuesto incluso cuando su facturación no supera los 85.000 euros anuales.

Sin diálogo social

Sobre su relación con el Gobierno, Amor lamenta que el diálogo social haya perdido peso en la toma de decisiones y que, en la actualidad, se utilice como una herramienta política sin que realmente se escuche a las organizaciones representativas. «Ha habido momentos en los que el diálogo social ha ocupado un lugar importante, pero en los últimos tiempos se están tomando decisiones sin tenerlo en cuenta», critica.

La Encuesta de Población Activa (EPA) arroja datos que preocupan a ATA, especialmente en lo que respecta al equilibrio entre trabajadores del sector público y autónomos. Actualmente, en España hay 3.258.000 trabajadores por cuenta propia frente a 3.591.200 empleados públicos, una tendencia que, a su juicio, no ayuda a sostener el sistema. «Cada vez hay más personas que dependen del sector público, ya sea vía salario o prestaciones, y eso genera un problema estructural», advierte.

Economía sumergida

El presidente de ATA también alerta sobre el crecimiento de la economía sumergida en España. «Esto es irritante, porque los autónomos que sí cumplen con sus obligaciones están soportando la carga de aquellos que no contribuyen al sistema», señala. ¿El propio sistema invita a que se produzca economía sumergida cuando no hay prestaciones adecuadas para los autónomos y la carga fiscal es asfixiante? Amor responde matizando que no se debe confundir fraude fiscal con economía sumergida, pero admite que ciertos elementos del sistema pueden incentivar esta última. «No debemos mezclar conceptos. La realidad es que en España hay 500.000 actividades económicas diarias que no cotizan ni pagan impuestos, y eso es una losa para quienes sí lo hacen», aclara.

«Más trabas y más burocracia»

Uno de los aspectos que más preocupa a ATA es el exceso de burocracia. Amor denuncia que los autónomos no solo deben gestionar sus negocios, sino que, además, se han convertido en intermediarios de la Administración. «Cada día tenemos más trabajo, más trámites. Lo saben bien los graduados sociales, los gestores administrativos, los asesores fiscales y los economistas, que han asumido funciones que antes hacía la Administración y que ahora recae sobre ellos sin apenas compensación», explica.

Critica especialmente la obligación de presentar cuatro declaraciones trimestrales de IVA en plena era digital. «Eso hoy no tiene sentido», subraya, reiterando su apuesta por simplificar la gestión fiscal de los trabajadores por cuenta propia.

En cuanto a la reforma del sistema de cotización por ingresos reales, Amor reconoce que las previsiones iniciales han sido bastante acertadas. «El 75% de los autónomos iba a cotizar igual o menos, y el tiempo nos ha dado la razón», afirma. Según sus cálculos, unos 900.000 autónomos recibirán devoluciones de la Seguridad Social de una media de 600 euros, mientras que en torno a 800.000 tendrán que pagar 450 euros más. Sin embargo, admite que el sistema ha sido lento en su implementación y espera que las regularizaciones futuras sean más ágiles.

Córdoba y Andalucía, al alza en número de autónomos

Pese a las dificultades, Amor destaca la evolución positiva del número de autónomos en Córdoba y Andalucía. «Estamos marcando registros históricos muy importantes», asegura. Según los datos más recientes, a finales de 2024 la provincia contaba con 54.513 autónomos, y aunque la cifra ha descendido ligeramente en los primeros meses de 2025, la tendencia de los últimos años sigue siendo ascendente.

El presidente de ATA subraya que Andalucía es una de las regiones que está liderando el crecimiento del colectivo. «El 70% del incremento de autónomos en España en los últimos cinco años se debe a Andalucía y a la Comunidad de Madrid», apunta, destacando que todas las provincias andaluzas han experimentado un crecimiento notable.

«Por eso en Andalucía hay más crecimiento económico, más empleo y más empresas», sostiene, convencido de que la comunidad está en el buen camino. Sin embargo, contrasta esta evolución con los datos de la EPA, que reflejan que en el último año se han perdido 46.000 empleadores en España, una cifra que preocupa especialmente a ATA. «Es fundamental que crezca el número de autónomos y de empleadores, porque eso es lo que realmente genera empleo. En España hay crecimiento económico, sí, pero cuando analizamos los microdatos, vemos que ese crecimiento se está concentrando en grandes empresas de más de 500 trabajadores, mientras que en los autónomos y pequeñas empresas llevamos dos años destruyendo empleo», advierte.

Por ello, insiste en que para consolidar el crecimiento del empleo es necesario seguir eliminando trabas burocráticas, reduciendo la carga fiscal y facilitando el emprendimiento. «Detrás de cada nuevo autónomo hay un potencial empleador», concluye, reivindicando la necesidad de fortalecer el tejido empresarial como motor de generación de empleo.