24 horas en Braga, la joya histórica del norte de Portugal

Con permiso de Fátima, ostenta el título de ser la capital religiosa de Portugal por su patrimonio. En Braga se construyó la primera catedral de Portugal hace casi mil años, en el 1089 y hoy alberga la mayor concentración de edificios religiosos del país. Y sin necesidad de permiso es la capital más antigua del país vecino, fundada por el emperador Augusto sobre el año 16 antes de Cristo con el nombre de Bracara Augusta. Es una escapada muy cercana y emotiva que brinda un destino lleno de atractivos, con un coqueto casco antiguo, pintorescas calles comerciales y elegantes mansiones barrocas.

En Braga se construyó la primera catedral de Portugal hace casi mil años, en el 1089

La tercera ciudad más grande de Portugal alberga asimismo el monumento más impresionante del norte de Portugal y es hogar de una importante universidad que provee a la ciudad de un ambiente joven y dinámico, acompañado de fondo por un repicar de campanas (hay más de cuarenta iglesias) que nos acompañará durante la visita, es fácil acostumbrarse. Estos son algunos de sus lugares de visita imprescindible.

Santuário do Bom Jesus do Monte

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Bom Jesus do Monte es visita obligatoria. Puedes ascender usando el funicular más antiguo de la Península Ibérica, inaugurado en 1882, o superar los 573 peldaños de su impresionante escalinata barroca. Durante el ascenso encontrarás capillas dedicadas al vía crucis y diversas fuentes ornamentales. Desde arriba, las vistas panorámicas de Braga son espectaculares.

Praça da República: el corazón social

El corazón del centro histórico es la Praça da República, presidida por una fuente monumental. En ella destaca la Arcada del siglo XVIII, con sus 19 arcos y el Café Vianna, famoso desde 1858 y frecuentado por intelectuales portugueses como Eça de Queirós y Camilo Castelo Branco. Desde aquí, puedes admirar la torre del antiguo castillo de Braga y el elegante Arco da Porta Nova, con sus dos fachadas barroca y neoclásica.

Miradouros para contemplar Braga

Braga es famosa por sus miradores. El Miradouro do Monte do Picoto, situado al final de la Avenida da Liberdade, ofrece una vista completa de la ciudad en 360º desde su pasarela de madera. Otros puntos estratégicos son el Mirador del Monumento al Sagrado Coração de Jesus en la Universidad do Minho, y el del santuario de Sameiro, a 566 metros de altura, con vistas a las montañas y hasta el océano Atlántico.

Museu dos Biscainhos

Este elegante palacio barroco del siglo XVIII es ahora un museo que revela cómo era la vida cotidiana de la nobleza y sus sirvientes en la antigua Braga. En su interior puedes contemplar paneles de azulejos típicos, porcelanas, cerámicas y mobiliario original de la época. Sus jardines son ideales para pasear entre fuentes, esculturas y árboles frutales como naranjos, transportándonos a otra época. … Fue propiedad de los condes de Bertiandos, pero si se llama así es por los artesanos que trabajaron en él, naturales de Vizcaya.

Sé de Braga: la más antigua

Consagrada en el año 1089, la catedral de Braga es anterior al propio Reino de Portugal. Famosa por su mezcla de estilos arquitectónicos (románico, gótico, manuelino y barroco), rivalizó en importancia con la catedral de Santiago de Compostela, ambas conectadas por el Camiño da Geira e dos Arrieiros. No dejes de admirar sus imponentes órganos de tubo, su pila bautismal manuelina y su Museo del Tesoro, que alberga más de doscientas campanas históricas.

Jardim de Santa Bárbara

En el centro de Braga, este jardín del siglo XVII es un auténtico remanso de paz. Sus coloridas flores, sus senderos al estilo Versalles y la fuente dedicada a Santa Bárbara lo convierten en un oasis urbano perfecto para relajarse. Las ruinas medievales del Palacio Episcopal que rodean el jardín aportan un encanto adicional, especialmente al caer la noche, cuando se iluminan creando una atmósfera única.