Islas de Europa casi secretas a las que viajar este verano (y dos son españolas)

En Europa todavía existen islas donde no hace falta reservar hamaca a las ocho de la mañana ni arriesgar la paciencia para encontrar una terraza donde tomar algo con vistas al mar. De Croacia a Grecia, pasando por Italia, Francia, Malta o España, te proponemos diez islas tranquilas y poco conocidas donde evitar las hordas veraniegas y disfrutar de una escapada sin agobios

Luis Uribarri
Luis Uribarri

Actualizada 04:30

Playa de Kaladi en Kythira

Citera (Grecia)

Separada geográficamente del resto de las islas griegas, Citera (Kythira en griego) está al sur del Peloponeso y no recibe tantos turistas como las Cícladas o el Dodecaneso. Es escarpada, auténtica y con cierto aire misterioso. Tiene playas salvajes, monasterios escondidos y pueblos de postal. Su aislamiento ha sido su mejor defensa contra el turismo masivo.

Comzeradd

Lastovo (Croacia)

Lastovo (Croacia)

En el sur del Adriático, frente a la costa dálmata, Lastovo es una de las islas habitadas más remotas de Croacia. Forma parte de un parque natural protegido y tiene solo un puñado de pueblos de piedra y calas de agua turquesa. No hay discotecas ni cruceros, pero sí cielos estrellados, pescado fresco y rutas entre viñedos.

Stadt Tbachner

San Pietro (Italia)

San Pietro (Italia)

Frente a la costa suroeste de Cerdeña, esta isla volcánica conserva un fuerte carácter local. Su capital, Carloforte, fue fundada por ligures y aún se habla un dialecto genovés. Las playas son rocosas pero bellísimas, y el interior está cubierto de matorral mediterráneo. Aquí no vienen los grandes ferris ni los grupos organizados: solo los que saben que Italia aún guarda secretos.

Sergio N. Carlini

Formentera (España)

Formentera (España)

Aunque no es exactamente desconocida, Formentera, la isla más del archipiélago balear, ofrece su cara más amable fuera de temporada alta. En junio o a partir de la segunda quincena de septiembre sus playas de arena blanca y aguas de color turquesa recuperan el silencio. Puedes recorrerla en bicicleta, bucear en calas escondidas o comer pescado con vistas al mar en un chiringuito sin reserva previa.

almansablues - Fotolia

Ile de Batz (Francia)

Ile de Batz (Francia)

Frente a la costa de Bretaña, en el norte de Francia, Ile de Batz es una isla atlántica que parece haber escapado de los mapas. Sin coches, con jardines exóticos, faros y playas tranquilas, es ideal para una desconexión total. Puedes llegar en un ferry que tarda 15 minutos desde Roscoff, y recorrerla a pie o en bici.

Metalheart

Gozo (Malta)

Gozo (Malta)

A solo 25 minutos en ferry desde Malta, Gozo es su «hermana» tranquila y rural. Aquí no hay grandes hoteles ni turismo masivo, pero sí acantilados de postal, templos megalíticos y calas escondidas como la de Mgarr ix-Xini. En 2017 se derrumbó su icono, la formación rocosa conocida como la Ventana Azul, que fue escenario de la serie «Juego de Tronos». Ideal para combinar con unos días en La Valeta, capital de Malta, y desconectar después en una isla donde aún se escuchan las campanas y se cena viendo la puesta de sol.

El Debate

Giglio (Italia)

Giglio (Italia)

En el mar Tirreno, frente a la Toscana, la isla de Giglio es un rincón italiano aún poco explorado. Famosa en 2012 por el naufragio del «Costa Concordia» (ya retirado), ha sabido conservar su carácter. Playas pequeñas, un castillo en la cima y calas que se alcanzan solo a pie o en barco. Mar limpio, buen vino y cero agobios.

Michael Janke

La Graciosa (España)

La Graciosa (España)

Ubicada frente a Lanzarote y parte del archipiélago Chinijo, La Graciosa es la octava isla habitada de Canarias y aún no tiene carreteras asfaltadas. Con 29 kilómetros cuadrados de superficie, solo se puede recorrer a pie, en bici o en jeep autorizado. Alberga seis maravillosas playas, como la de Las Conchas o La Francesa, que son un paraíso sin urbanizar. En verano se llena un poco más, pero sigue siendo un destino de tranquilidad y cielos limpios.

Nikodem Nijaki

Tilos (Grecia)

Tilos (Grecia)

Ubicada entre Rodas y Kos, en el Dodecaneso, es una isla tranquila, verde y montañosa, famosa por haber sido uno de los últimos refugios del elefante enano europeo. Hoy es un paraíso para senderistas, observadores de aves y viajeros que buscan algo diferente y auténtico. Tiene una sola carretera, un puñado de tabernas y playas casi vírgenes. En verano, incluso en agosto, mantiene una calma casi milagrosa.

Chrischerf

Sveti Klement (Croacia)

Sveti Klement (Croacia)

Es una de las islas Pakleni, frente a la más conocida isla de Hvar, pero sin el bullicio de su vecina famosa. En Sveti Klement no hay carreteras ni núcleo urbano, solo calas escondidas, pinos, buganvillas y algún restaurante con embarcadero propio. Ideal para fondear en barco o llegar desde Hvar en taxi acuático.

Visit Croacia

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