El nerviosismo del presidente es cada vez mayor. Le cuesta acabar las frases, se pierde, tiene mala cara, lo que se evidencia a pesar del maquillaje. Pero hay momentos en que el subconsciente de la persona desbordada genera el desparrame. Ayer tuvimos uno de esos momentos cuando el presidente afirmó: «La tolerancia contra la corrupción, por supuesto, es absoluta». Y lo malo es que tenía razón.
Salvador Illa
La flema que suele caracterizar al presidente de la Generalidad de Cataluña se evaporó ayer cuando los portavoces del PP y Vox en el Parlamento catalán le preguntaron por las referencias a él que aparecen en los papeles de la UCO. Es evidente que esas menciones no demuestran nada. Pero también lo es que la reacción de Illa, casi un ataque de histeria, no presagia nada bueno.
Emiliano García-Page
El presidente de Castilla-La Mancha dio un paso más ayer en su alejamiento del sanchismo que reina en el PSOE. En declaraciones a Carlos Herrera en COPE, el jefe del socialismo castellanomanchego afirmó que «queda mucho más por saberse» en la trama de corrupción de su partido y que «no hay salida digna» para solventar lo que considera «el momento más grave de credibilidad del PSOE en toda su historia reciente». Veremos en qué se traducen las palabras de García-Page.