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Imagen de la luna llena

Luna llenaEuropa Press

Ciencia

Responden una de las grandes preguntas de la investigación espacial: ¿qué hay en el interior de la Luna?

Siglos después de los inicios científicos de la Luna, una investigación publicada en Nature habría conseguido poner luz a uno de los grandes misterios que rodean a nuestro satélite

Situado a 384.400 kilómetros de distancia de la Tierra y con un radio de 1.737 kilómetros, la Luna es el quinto satélite más grande de nuestro sistema solar. La primera investigación científica sobre nuestro satélite data del año 1609, cuando el astrónomo, físico, ingeniero y matemático italiano Galileo Galilei observó la Luna con un telescopio que él mismo construyó. Desde este momento, se cuentan por miles los estudios relacionados con el satélite, tanto de su estructura externa como de su interior.

Ahora, siglos después de los inicios científicos en la Luna, una investigación publicada en Nature habría conseguido responder uno de los grandes misterios que rodean a nuestro satélite: ¿qué hay en su interior?

Tenemos que retroceder a las misiones Apolo del siglo XX, a partir de las cuáles se obtuvieron los primeros datos del interior lunar. Sin embargo, dada la poca resolución existente, los científicos no pudieron determinar con exactitud el estado del núcleo interno lunar.

«Los modelos sismológicos de las misiones Apolo proporcionaron los primeros registros de la estructura interna de la Luna con una disminución de las velocidades de las ondas sísmicas en el límite núcleo-manto. La resolución de estos registros impide una detección estricta de un supuesto núcleo interno sólido lunar y el impacto del vuelco del manto lunar en la parte más baja de la Luna aún se discute», destaca la investigación publicada en la prestigiosa revista.

Ilustración del núcleo lunar

Ilustración del núcleo lunariStock

Ahora, años después, la investigación realizada por el astrónomo del Centro Nacional Francés de Investigación Científica en Francia Arthur Briaud, reveló que la Luna está formado por un gran núcleo interno con una densidad similar a la del hierro —de unos 7.822 kilogramos por metro cúbico—, rodeado de una superficie más líquida o fluida, dando a entender que tendría unas características similares a las del núcleo interno terrestre.

Tal como detalla la investigación, el núcleo interno lunar tendría un radio de 258 kilómetros —representando aproximadamente el 15 % del radio total de la Luna—, mientras que la parte externa se extiende a unos 362 kilómetros.

Para determinar definitivamente la composición y estado del núcleo, el equipo de Briaud recopiló datos de las misiones Apolo —así como de experimentos de medición láser lunar—, con el objetivo de obtener datos sobre el grado de deformación del satélite por su interacción gravitacional con la Tierra.

Ilustración del núcleo lunar

Ilustración del núcleo lunariStock

«Nuestros resultados cuestionan la evolución del campo magnético lunar gracias a que hemos demostrado la existencia de que posee un núcleo interno, y apoyan la teoría del vuelco global del manto. Se trata de un escenario que aporta avances sustanciales en el conocimiento de la cronología del bombardeo lunar en los primeros mil millones de años del sistema solar», afirmó Arthur Briaud en declaraciones recogidas por Science Alert.

Asimismo, la investigación francesa reveló que la estructura del núcleo podría dar nuevos detalles de fenómenos pasados en el satélite. Por ejemplo, su campo magnético podría haber desaparecido hace unos 3.200 millones de años.

Ahora, la gran prioridad de la comunidad científica es regresar a la Luna en un tiempo relativamente corto. La vuelta del ser humano al satélite, previsiblemente en el año 2027 con la misión Artemis III, podría darnos nuevos detalles sobre la composición de la Luna, así como de su pasado geológico.

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