¿Tenemos claro quiénes son nuestros aliados y quiénes nuestros enemigos?

Cada día estoy más preocupado con la Union Europea (UE) y, sobre todo, con la Comisión que preside Úrsula von der Leyen.

No sé si les pasa como a nuestros líderes de la derecha, que también piensan que la economía no vende, por mucho que sus equipos económicos traten de decirles y comunicarles la importancia que tiene la economía para sus votantes y sus posibles votantes.

En la Comisión no hay un líder que crea que para poder gastarse 800.000 millones de euros en innovar para aumentar nuestra competitividad en los próximos años y otros 800.000 millones en equipamiento militar y desarrollo de una industria militar propia. Hay que hacer que la economía europea crezca más a ritmos del 3 al 5 % y no del 0 al 1 %.

La economía de la UE está en una verdadera crisis de crecimiento. Llevamos 2 años que no hemos sabido adaptarnos, ni a la salida de pandemia, ni a la guerra de Ucrania, ni a la inflación, ni a la crisis energética creada por culpa de las terribles decisiones tomadas con el Pacto Verde y así tenemos que la UE creció en 2023 un 0,4 % y en 2024 un raspado 1 %.

No olvidemos que las exportaciones suman al crecimiento, las importaciones restan y, por lo tanto, quien nos genera superávit está haciéndonos crecer y quien nos genera déficit nos está haciendo decrecer.

Por mucho que nos chille el presidente de los Estados Unidos, nos llame burócratas y diga que nos va a poner un arancel del 50%, no podemos seguir la estrategia del avestruz. Reino Unido, que recibió una bronca tremenda, se puso a negociar y ya tiene firmado su acuerdo. Nosotros lo hemos retrasado hasta el 9 de julio por pura vagancia.

Si no nos damos cuenta de que Asia, en general, y China, en particular, solo sabe sacarnos hasta los entresijos es que no entendemos de economía

Es absolutamente perentorio que nos sentemos con nuestro principal aliado. Si no queremos darnos cuenta de que Estados Unidos ha sido, es y deberá seguir siendo nuestro principal aliado, es que no entendemos de economía.

Si no nos damos cuenta de que Asia, en general, y China, en particular, solo sabe sacarnos hasta los entresijos es que no entendemos de economía.

Para que nuestros líderes nacionales y europeos vean la que tenemos encima, este es el resumen de mis dos anteriores artículos sobre nuestras exportaciones, nuestras importaciones y nuestra balanza comercial, con el objetivo de entender quiénes nos producen superávit y quiénes son los que nos producen déficit y, además, con quién evolucionamos a mejor y a peor.

Para que nadie tenga duda, los datos los publica Eurostat y cualquiera puede consultarlos, incluso los lideres, porque esto de la economía es saber sumar, restar, multiplicar y dividir y no necesita ni de derivadas, ni integrales, ni de logaritmos neperianos.

Vean ustedes lo sencillo que es entender lo que nos está pasando con la balanza comercial en nuestra región.

La Unión Europea registró un superávit comercial de 36.158 millones de euros en el primer trimestre de 2025, una caída del 5,9  % respecto al mismo periodo del año anterior. Aunque sigue siendo una cifra positiva, el deterioro en la relación comercial con Asia y América Latina debería haber hecho saltar muchas alarmas.

El mayor agujero comercial de la UE se llama Asia. En conjunto, el continente representa un déficit comercial para Europa de 114.309 millones de euros en un solo trimestre, con un incremento del 40,5 % respecto al año pasado. En otras palabras: en solo tres meses, la UE compró bienes a Asia por valor de 114.000 millones de euros más de lo que vendió.

Entre los países responsables de este desequilibrio, cómo no, destaca China, con un déficit de 88.178 millones de euros (38,4 % más que en 2024). Le siguen Vietnam (-13.125 millones, +38,1 %) y Corea del Sur (-3.890 millones, +153 %).

Mientras sigamos con las malas relaciones con Rusia, debemos tener en la mente que toda compra a China beneficia a Rusia indirectamente

En el lado positivo, el comercio con Estados Unidos sigue al alza y se consolida como el principal impulsor del superávit comercial europeo. Solo con EE. UU., la UE ha registrado un saldo positivo de 81.981 millones de euros, lo que supone un incremento del 88,8 % respecto a 2024. Este aumento esta relacionado con el anticipo de las importaciones americanas por el miedo a los aranceles, pero, en cualquier caso, en 2023 Estados Unidos era, junto a Reino Unido, el gran cliente de la UE.

Suiza también ha aumentado su superávit comercial con la UE en un 43,8 %, hasta los 22.524 millones de euros. Un comportamiento notable que refuerza la importancia del país helvético como socio comercial clave, especialmente en sectores de alto valor añadido como los productos farmacéuticos

Pese al Brexit, Reino Unido sigue siendo una fuente neta de superávit para la UE, con un saldo positivo de 46.533 millones de euros, un 4,2 % más que en 2024.

La relación comercial con Hispanoamérica ha sufrido un importante retroceso. El superávit europeo ha caído un 50,3 %, pasando de 8.608 millones a solo 4.279 millones, el acuerdo con Mercosur ya tiene sus efectos.

Aunque la UE mantiene un saldo comercial positivo en el conjunto del trimestre, debemos relacionarlo con nuestra situación y con nuestra geoestrategia. China es el gran aliado de Rusia y quien le sostiene con la compra de petróleo. Mientras sigamos con las malas relaciones con Rusia, debemos tener en la mente que toda compra a China beneficia a Rusia indirectamente.

La que tendría que ser buena noticia, como que Estados Unidos es nuestro gran cliente, se puede echar a perder por la falta de capacidad de negociación que tiene la Comisión Europea, que retrasa la negociación con el país norteamericano, y que si dejara de serlo, automáticamente tenemos que ponerle las pilas a China, porque no podemos permitirnos un incremento del 38 % de déficit comercial, porque 88.000 millones de déficit en este primer trimestre nos ha restado 2 puntos de crecimiento en nuestro PIB nominal en el primer trimestre.