
Un cartero entrega los votos por correo en un colegio electoral al inicio de la jornada del 23 de julio de 2023
Vuelven las suspicacias
El caso Leire remueve los fantasmas del voto por correo de 2,5 millones de españoles en las generales
Correos niega que la fontanera del PSOE tuviera responsabilidad alguna en unas elecciones que desbordaron a la plantilla de la empresa y generaron dudas en la oposición. Dudas que siguen teniendo
un post publicado por Leire Díez en marzo de 2024, a modo de despedida de Correos, ha removido nuevamente las suspicacias sobre el voto por correo que se desataron en las pasadas elecciones generales. En él hacía balance de su etapa como directora de Relaciones Institucionales y Filatelia de la compañía pública y presumía de haber estado «mano a mano todo este equipazo» al frente del voto postal en unos comicios que supusieron un auténtico reto para la empresa. Puesto que, como Pedro Sánchez eligió la fecha del 23 de julio, con media España de vacaciones, el voto por correo marcó un récord sin precedentes: 2.471.935 españoles votaron de esta forma, un incremento del 99,08 % respecto a las elecciones anteriores
La firma postal que ahora dirige el anterior presidente de Paradores, el socialista Pedro Saura, se apresuró el lunes a enviar un comunicado desmintiendo «tajantemente» que la fontanera del PSOE fuera responsable del voto por correo en las elecciones del 23-J ni en ninguna otra cita electoral. En la nota, Correos explicaba que esa función recae en la Dirección de Operaciones, y no en la de Relaciones Institucionales.
Al PP no le convenció ese comunicado y los populares tienen previsto llevar a Leire Díez y al entonces presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, a la comisión de investigación en el Senado para preguntarles también por esto. «Ni siquiera te puedes fiar de que se enciende la luz. ¡Cómo vamos a fiarnos del voto por correo, ni de nada!», denunció, por su parte, Santiago Abascal.
En las elecciones municipales y autonómicas se destapó fraude en el voto por correo en Melilla y Mojácar
Las sombras sobre el voto por correo fueron una constante en la campaña del 23-J, y después tras conocerse el resultado, porque había un precedente muy cercano: dos meses antes, en las elecciones municipales y autonómicas, la Guardia Civil había detectado sendos fraudes en el voto por correo en Melilla y la localidad almeriense de Mojácar. Aquello motivó que la Junta Electoral Central ordenara que, en las generales, todo el que votara por correo tuviera que presentar su DNI al entregar su sobre en las oficinas postales. Puesto que, por chocante que resulte, la Ley Electoral obliga a identificarse al solicitar el voto por correo y al recoger la documentación, pero no al entregarla.

Un cartero entregando votos
Correos no daba abasto
A mayores, se produjo tal atasco en el reparto de la documentación que Correos necesitó formalizar 21.000 contratos de refuerzos -según sus datos- y abrir sus oficinas sábados y domingos para solventar el tapón, entre quejas de los sindicatos y de los cientos de miles de electores afectados. También, de la oposición. Por aquellos días de julio de 2023, Alberto Núñez Feijóo pidió a los carteros que trabajaran «mañana y tarde» para que ningún solicitante del voto por correo se quedara sin recibir la información a tiempo. Los socialistas le acusaron de difundir bulos sobre un pucherazo. La Junta Electoral Central decidió ampliar un día el plazo para votar por correo (hasta el 20 de julio) porque ni por ésas los problemas se resolvieron.
También por entonces, el histórico dirigente socialista Paco Vázquez habló de la existencia de una «duda razonable» en una entrevista en El Debate. Y se preguntó: «¿Quién controla esos votos? ¿Quién controla los sobres que son depositados en las oficinas de Correos? ¿Quién da la garantía de que no haya sobres que sean cambiados, sobres que desaparezcan, sobres que se añadan…? Hemos visto lo que ha sucedido en Melilla y en una serie de ayuntamientos en estas elecciones municipales, y no es precisamente el presidente de Correos una persona que ofrezca unas garantías de neutralidad e imparcialidad».
Correos siempre se encarga de custodiar el voto por correo hasta la jornada electoral, que es cuando su personal reparte los sobres entre las mesas electorales (el 23-J fueron 60.314 mesas repartidas por los 8.131 municipios de España), justo antes de la apertura de los colegios electorales. Esos votos no se incorporan a las urnas hasta el cierre de los colegios electorales, y se recuentan junto con los presenciales.
El misterio de la cadena de custodia
La compañía se escuda en «razones de seguridad» para no dar detalles de ese procedimiento, aunque a raíz de lo ocurrido en Melilla y Mojácar en mayo de 2023 tuvo que aclarar que la custodia «se efectúa con las máximas garantías de seguridad». «Los envíos que contienen la documentación del voto por correo circulan registrados y cerrados, y su inviolabilidad se encuentra amparada por el secreto de las comunicaciones postales, previsto en el artículo 18 de la Constitución española», explicó entonces la empresa pública.
Dos días antes de las elecciones, Correos emitió un comunicado felicitándose por «el éxito de la gestión del voto por correo». Puesto que el voto por correo y el presencial se escrutan a la vez, no hay posibilidad de saber los resultados de uno y de otro. Las únicas cifras de las que se dispone no son resultados, sino una encuesta del CIS. En concreto, el Estudio metodológico sobre las tendencias de definición/decisión de voto a lo largo de la campaña electoral de julio de 2023.
En él, el CIS preguntaba a los electores que habían votado por correo por qué opción se habían decantado. El 26,3 % respondió que al PP; el 30,9 %, al PSOE; el 20,6 % a Sumar; y el 7,8 % a Vox. Los porcentajes finales de aquellas elecciones, contando el voto en urna y por correo (imposibles de separar por lo explicado antes), fueron bastante distintos: 33,05 % de voto para el PP; 31,7 % para el PSOE; 12,39 % para Vox; 12,31 % para Sumar.
En las elecciones generales, el PSOE subió 10 puntos respecto a las autonómicas de dos meses antes
Sorprendió especialmente el resultado de la Comunidad de Madrid, puesto que fue muy distinto al de las elecciones autonómicas de dos meses antes. El PP tuvo en las elecciones autonómicas el 47,32 % de los votos con Isabel Díaz Ayuso como candidata, y el 40,51 % con Feijóo encabezando la candidatura a las generales. Por el contrario, el PSOE pasó del 18,18 % en las elecciones a la Asamblea de Madrid al 27,88 % el 23-J, con Pedro Sánchez como presidente. Es decir, subió casi 10 puntos; en teoría, solo por el tirón del presidente.