
Estado del automóvil con el que supuestamente han perpetrado el atropello
El acusado de atropellar mortalmente a 4 personas en una boda en Madrid asegura que huyó para «salvar su vida»
La abogada ha sostenido que lo único que hizo el acusado fue tratar de «salvar la vida» de sus hijos y sobrinos
La defensa del acusado de atropellar mortalmente a cuatro invitados en una boda celebrada en Torrejón de Ardoz hace tres años, Micael D.S.M., conocido como El Portugués, ha señalado que huir en el coche fue «la única salida» porque una «turba de gente» le había pegado y le estaba disparando.
Según la versión expuesta en la primera sesión del juicio por su abogada, Palomo García, El Portugués estaba invitado a esa boda entre jóvenes de dos clanes familiares -cosa que los allegados de los novios niegan-, y en un momento dado varias personas les dieron «una paliza» a él y a los jóvenes que le acompañaban: sus dos hijos y dos sobrinos.
«No le invitaron a irse. Iban a acabar con su vida», ha dicho la letrada ante el jurado popular, detallando que algunos invitados a la boda pegaron y «cortaron el paso» al acusado: «Era un callejón sin salida», ha añadido.
Por eso Micael trató de huir con su vehículo a pesar de que los invitados se lo impedían, todo ello entre «una turba de gente disparando».
La abogada ha sostenido que lo único que hizo el acusado fue tratar de «salvar la vida» de sus hijos y sobrinos.
El Portugués se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 226 años de cárcel por cuatro asesinatos consumados y nueve en grado de tentativa, mientras que cuatro de las cinco acusaciones particulares ejercidas por los familiares de las víctimas elevan la pena hasta la prisión permanente revisable.
Por el contrario la letrada del encausado reclama la libre absolución para los cuatro delitos de homicidio imprudente que pide que se le imputen, al considerar que existen las eximentes completas de miedo insuperable y estado de necesidad.
El juicio proseguirá este martes con el testimonio de familiares del novio.
De cara a esta vista oral se ha reforzado la seguridad en la sede judicial, aunque este lunes no ha habido incidentes al no acudir familiares del acusado ni de las víctimas.
Los hechos que se juzgan desde este lunes en la Audiencia Provincial de Madrid, con jurado popular, ocurrieron el 6 noviembre de 2022 en el restaurante El Rancho de Torrejón de Ardoz, donde se celebraba una boda entre dos clanes familiares en la que el acusado irrumpió y mantuvo una discusión, tras lo que acabó atropellando a varios invitados.

Estado del automóvil con el que supuestamente han perpetrado el atropello
Dos de los abogados de las familias han defendido al entrar a la sede judicial que Micael D.S.M. debe ser condenado a prisión permanente revisable porque aceleró su coche contra un grupo de personas con la intención de matarles, sin que nadie le disparara como argumenta, y luego huyó del lugar.
El letrado que representa a la familia del menor que falleció en la boda, Juan Manuel Medina, ha sostenido que el acusado «arremetió contra la multitud como en un atentado yihadista».
«Esta persona se presentó a la boda de forma sorpresiva. No estaba invitado y llegó con sus hijos y con sus sobrinos», ha explicado Medina, que ha descartado que el incidente estuviera provocado por un tiroteo.
Por su parte, el letrado Jaime Sanz de Bremond, que representa a dos fallecidos y tres heridos de la familia del novio, ha defendido que «con el Código Penal en la mano» procede imponer la prisión permanente revisable por un atropello mortal que se produjo después de que los invitados decidieran echar al acusado de la boda por «los problemas que estaban causando sus hijos».
«El acusado tuvo tiempo más que suficiente para ver contra quién se dirigía» y «evidentemente atropelló porque quiso atropellar», ha sostenido, a la vez que ha tildado de «milagro» que no falleciesen más personas, ya que hubo varios heridos graves.
Ha calificado de «absolutamente falso» que alguien disparase contra el acusado, como éste asegura: «No apareció absolutamente nada porque es absolutamente falso (...). Nadie va armado a una boda», ha aseverado a preguntas de la prensa.