Trump advierte a Putin de que está «jugando con fuego» tras los últimos ataques rusos contra Ucrania

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, redobló este martes sus ataques contra su homólogo ruso, Vladimir Putin, con quien, hasta el pasado fin de semana parecía tener algo más de sintonía que con el ucraniano, Volodimir Zelenski. El republicano advirtió al ruso, en un mensaje en su cuenta de Truth Social, de que «está jugando con fuego».

«De lo que no se da cuenta Vladimir Putin es de que si no fuera por mí, a Rusia ya le habrían pasado muchas cosas realmente malas, y quiero decir REALMENTE MALAS. Está jugando con fuego», escribió Trump en su red social, con mayúsculas incluidas. Trump no dio más detalles sobre a qué se refería con «cosas malas», pero, entre otras cosas, podría ser un mayor apoyo de Estados Unidos a Kiev, a través del envío de armamento o financiación, o incluso la imposición de severas sanciones al país euroasiático.

Esta nueva advertencia del estadounidense llega tan solo dos días después de que llamara «loco» a Putin. Este domingo, y tras uno de los peores ataques rusos con drones contra el país invadido en lo más de tres años que ya dura la guerra y que causó trece muertos y decenas de heridos, Trump denunció en redes sociales que el ruso se había vuelto «¡absolutamente loco!». «Está matando innecesariamente a mucha gente, y no hablo sólo de soldados. Se están disparando misiles y aviones no tripulados contra ciudades de Ucrania, sin motivo alguno», insistió.

Desde hace unas dos semanas, el Ejército ruso viene recrudeciendo su ofensiva contra el país vecino. Tan solo en la madrugada del domingo al lunes, Moscú lanzó 355 aviones no tripulados bomba de largo alcance en un solo bombardeo. Los dos días anteriores, Rusia también marcó récords nunca antes visto en la contienda. Zelenski, en su mensaje diario, aseveró este lunes que «los ataques rusos son cada noche más descarados y a gran escala». El presidente ucraniano elevó a más de 900 los drones lanzados contra su país en sólo tres días, junto con misiles balísticos y de crucero.

«Hace poco se celebró una reunión en Estambul. Ahora se supone que los rusos están redactando propuestas para un memorando de paz. Ya han pasado más de una semana en esto. Hablan mucho de diplomacia. Pero cuando, en medio de todo eso, hay constantes ataques rusos, matanzas constantes, asaltos implacables e incluso preparativos para nuevas ofensivas, se trata claramente de un diagnóstico. Rusia merece una presión a gran escala: todo lo que se pueda hacer para limitar sus capacidades militares», sostuvo Zelenski,

A pesar de que este último tiempo, Trump ha elevado su tono contra Putin, aún no se ha planteado imponer sanciones a Rusia como elemento de presión para que acepte un alto el fuego de, al menos, 30 días. Además, el estadounidense tampoco profesa una gran simpatía por el ucraniano a quien, el pasado domingo, también dio un toque de atención. «El presidente Zelenski no hace ningún favor a su país hablando como habla. Todo lo que sale de su boca causa problemas, no me gusta, y será mejor que pare», aconsejó.

Asimismo, el presidente estadounidense volvió a insistir que Putin nunca habría invadido Ucrania si él hubiera sido presidente. Trump prometió acabar con la guerra en 24 horas si llegaba a la Casa Blanca, sin embargo más de cuatro meses después, y ante la frustración de no haber conseguido apenas avances en las negociaciones entre Kiev y Moscú, el republicano amenaza con abandonar la mediación y dejar las conversaciones en manos de los implicados.

Putin, aunque no quiere la paz, es consciente de que le beneficia tener a Trump de su parte. Por ello, el Kremlin se encarga de halagar de manera recurrente las políticas del republicano y evitar así que este se retire de los esfuerzos de paz. Sin ir más lejos, este martes, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, declaró que «los estadounidenses y el presidente Donald Trump tienen un enfoque bastante equilibrado. Aunque está claro que no todo es tan fácil». «Requiere su tiempo», insistió Peskov.

Hace ya más de diez días que Rusia y Ucrania se sentaron por primera vez cara a cara tras más de tres años y, desde entonces, no se ha producido ningún avance concreto que permita poner fin a la guerra. Aún así, la Administración republicana no pierde la esperanza y el enviado especial estadounidense para Ucrania, Keith Kellogg, adelantó, en una entrevista este martes con la cadena Fox News, que la ciudad de Ginebra (Suiza) «podría ser la siguiente parada», en referencia a una próxima ronda de contactos, aunque no ofreció más datos.