La refinada y elegante fontanera de Ferraz tal vez sea una avezada agente del fascismo internacional, a la vista del inefable esperpento que protagonizó ayer, en rueda de prensa sin preguntas como ha impuesto el PSOE desde hace tiempo, y que no ha podido hacer más daño a Ferraz, si es que conservamos algún rescoldo de razón y criterio. De hecho, hasta Yolanda Díaz se ha manifestado muy duramente, como si no fuera vicepresidente del Gobierno al que critica y emplaza.
Honra al presidente de Castilla-La mancha ser el único socialista con un cargo público relevante que se atreve a pedir elecciones generales al presidente del Gobierno. No sin razón, García-Page asegura que el presidente del Gobierno ha perdido credibilidad y que «es un momento de tener responsabilidad» por todo el partido. Y por toda España.