
Varias personas cenan en la terraza de un restaurante del centro de Murcia
Hostelería
¿Por qué es más barato que cada uno pague lo suyo que dividir la cuenta? Esto es lo que dice un matemático
Eduardo Saénz de Cabezón, matemático español, afirma que al dividir una cuenta por igual «el daño se reparte y el beneficio no se reparte»
Salir a tomar algo, comer o cenar son algunos de los planes favoritos entre los grupos de amigos en España. Permiten desconectar y disfrutar en compañía de los alimentos y bebidas que se consumen al gusto de cada uno. Eso sí, cuando llega la cuenta, hemos de ser precavidos. Tal y como explica un matemático, sale más barato que cada uno se haga cargo de lo suyo y no dividir la cuenta.
En estas quedadas, el instante de pagar suele ser el momento cumbre. Generalmente se opta por dividir la cuenta o que uno pague todo para luego dividir, pero como explicó Eduardo Sáenz de Cabezón, matemático español, en el podcast The Wild Project, «el daño se reparte y el beneficio no se reparte».
Apoyándose en un experimento que se llevó a cabo en Estados Unidos, el matemático explicó su punto de vista. Un mismo restaurante preparó tres mesas para grupos de seis, es decir, seis por mesa, todos con el mismo menú.
A una de las mesas les dijeron que cada uno iba a pagar lo suyo, y a las dos restantes les dijeron que tendrían que dividir la cuenta.
A la hora de calcular le precio medio que debía pagar cada uno, la diferencia era notable. En la mesa en la que cada uno debía pagar lo suyo la media era de 37 dólares por personas, y en las que la cuenta se dividía era de 51 dólares por personas, un 30 % más.
Al repartirse el precio entre todo el grupo, explica Eduardo Sáenz de Cabezón, «se tiende a tomar más riesgos». Hace referencia a «los conflictos entre el bien común y el bien individual». Esto lleva a las personas a pedir platos más caros cuando se va a repartir la cuenta y no cuando debe pagar tan solo lo suyo.