
La fabricación de baterías es una industria muy tecnológica y compleja
Industria
China mandará 2.000 operarios a la nueva fábrica española de baterías para evitar compartir tecnología
Esta migración doblará la población del término municipal donde estará ubicada, Figueruelas. Se baraja ya la posibilidad de que los trabajadores chinos vivan en un poblado de casas prefabricadas
Hace unos meses cuando se conocía la confirmación de la puesta en funcionamiento de una fábrica de baterías en Zaragoza fruto de un acuerdo entre el grupo francoitaliano Stellantis y el gigante chino de las baterías CATL, la noticia fue calificada como histórica para la industria aragonesa y española.
La planta no solo supone la creación directa de unos 3.000 puestos de trabajo, sino que mete a España de lleno en la galaxia del coche eléctrico, pues cuando esté en funcionamiento en 2027 España será uno de los primeros lugares en el mundo fuera de China donde se fabricarán baterías de alta capacidad.
Fabricar, no ensamblar
Conviene recordar que ensamblar baterías con celdillas que vienen ya fabricadas, lo que se hace en Europa hasta el momento, no tiene nada que ver con la producción de estas celdas.

La producción de celdas de baterías tiene poco que ver con su ensamblaje
El problema es que tras comenzar las obras y conforme se van conociendo más detalles sobre el acuerdo de colaboración la cosa pinta de una manera diferente.
2 de cada 3 trabajadores serán chinos
Esta misma semana conocíamos que la construcción de la fábrica va a suponer que China envía a una cantidad indeterminada por el momento entre 1.500 y 2.000 trabajadores de todo tipo, desde obreros hasta operarios de fábrica, ingenieros y en general todos los perfiles.
Esta noticia nos sitúa ante un escenario incierto, porque la fábrica corre el riesgo de convertirse en una embajada industrial de China, una planta hermética donde se producirán baterías en territorio español a escala brutal para las tres plantas de Stellantis en España pero sin la menor permeabilidad de tecnología.
Hace ya meses que el presidente de china, Xi Jinping, pedía a las marcas de coches que guardaran confidencialidad absoluta en los procesos de fabricación de baterías, tanto en el tratamiento de las tierras raras como en la producción en sí.
Un Chinatown en Zaragoza
Ahora esta migración masiva de trabajadores confirma que el fabricante chino CATL no viene a España a compartir tecnología, un problema que nadie conocía hasta el momento.

En diciembre del año pasado se firmaba el acuerdo definitivo
Para hacernos una idea, Figueruelas, término municipal donde esta la gigafactoría, tiene 1.200 habitantes, con lo que la llegada de 2.000 chinos se convierte en un problema de primer orden para el cual ya se habla insistentemente de la construcción de una especie de poblado de viviendas prefabricadas, lo que podría convertirse en un 'gueto' o Chinatown zaragozano con el paso del tiempo.
El precedente de Northvolt
Europa guarda malísimo recuerdo de la colaboración china en materia de baterías, pues la única planta europea subvencionada por Bruselas y por el Gobierno sueco que contaba también con la ayuda tecnológica de un socio chino, NorthVolt, quebró recientemente sin haber alcanzado ni un 20 % de la capacidad prevista de celdas de baterías en casi dos años.

Las instalaciones prometen ser imponentes
Los trabajadores europeos de la planta denunciaron entonces que los operarios chinos allí desplazados lejos de colaborar generaban problemas y decían no hablar inglés para no interaccionar con ellos. A esto hay que sumarle el envío de máquinas obsoletas y rotas que solo funcionaban en chino, por lo que ningún operario sueco podía manipularlas.
La quiebra de esta planta supuso unas pérdidas superiores a los 10.000 millones de euros a Europa y Suecia, por lo que convendría estar atentos a la evolución de los acontecimiento y la formación de esta nueva comunidad china en Zaragoza.