Romance de la santita
Es una mujer sencilla,/ es una mujer simpática,/ trata muy bien al servicio,/ y siempre, cuando viaja/ si pide champán lo abona/ si pide jamón, lo paga,/ y lo mismo en La Mareta/ que en el Coto de Doñana
No creo que León Catorce
la postule para Santa,
a pesar de que merece
la santidad coronada.
Pocas mujeres del mundo,
pocas mujeres de España,
han sufrido lo que sufre
la heredera de las saunas.
Lo malo es que hay una Virgen,
la de Begoña, bilbaína,
que lleva su mismo nombre
y es devoción adorada.
Begoña ha sufrido tanto
que para andar por su casa
gasta muletas y suelas
de tacones en las zapas,
porque la injusticia duele
de los pinreles al alma.
Ella, y Leire lo rubrica,
es femenina y honrada,
trabajó con frenesí
en beneficio de África,
cuando recibió la oferta
del Marqués de la Romana.
Después salvó de la quiebra
a Air Europa, con Aldama,
La Complutense le hizo
sin papeles, catedrática,
y se puso a hablar inglés
con seguridad británica.
Pero no se llevó un euro
a la huchita de su casa.
Ha sufrido y ha llorado
ha luchado por España,
Leire le da las noticias
y Pedro se pone en marcha.
Jamás coincidió con Koldo,
ni Barrabés, ni esa masa
informe de un tal Cerdán,
el que a Puigdemont abraza.
Es una mujer sencilla,
es una mujer simpática,
trata muy bien al servicio,
y siempre, cuando viaja
si pide champán lo abona
si pide jamón, lo paga,
y lo mismo en La Mareta
que en el Coto de Doñana.
España es mala con ella.
España con ella es mala,
le han inventado rumores,
los fascistas la delatan,
y por ello, su futuro
es un futuro de playas,
de palmeras del Caribe
en plena villa Romana
nadando en aguas azules
con olas dominicanas.
Pero no creo suficientes
sus magnas obras humanas
para que el Papa León
Catorce, nos la haga Santa.
Pero si Leire se empeña
San Pedro en el Cielo aguarda.
la postule para Santa,
a pesar de que merece
la santidad coronada.
Pocas mujeres del mundo,
pocas mujeres de España,
han sufrido lo que sufre
la heredera de las saunas.
Lo malo es que hay una Virgen,
la de Begoña, bilbaína,
que lleva su mismo nombre
y es devoción adorada.
Begoña ha sufrido tanto
que para andar por su casa
gasta muletas y suelas
de tacones en las zapas,
porque la injusticia duele
de los pinreles al alma.
Ella, y Leire lo rubrica,
es femenina y honrada,
trabajó con frenesí
en beneficio de África,
cuando recibió la oferta
del Marqués de la Romana.
Después salvó de la quiebra
a Air Europa, con Aldama,
La Complutense le hizo
sin papeles, catedrática,
y se puso a hablar inglés
con seguridad británica.
Pero no se llevó un euro
a la huchita de su casa.
Ha sufrido y ha llorado
ha luchado por España,
Leire le da las noticias
y Pedro se pone en marcha.
Jamás coincidió con Koldo,
ni Barrabés, ni esa masa
informe de un tal Cerdán,
el que a Puigdemont abraza.
Es una mujer sencilla,
es una mujer simpática,
trata muy bien al servicio,
y siempre, cuando viaja
si pide champán lo abona
si pide jamón, lo paga,
y lo mismo en La Mareta
que en el Coto de Doñana.
España es mala con ella.
España con ella es mala,
le han inventado rumores,
los fascistas la delatan,
y por ello, su futuro
es un futuro de playas,
de palmeras del Caribe
en plena villa Romana
nadando en aguas azules
con olas dominicanas.
Pero no creo suficientes
sus magnas obras humanas
para que el Papa León
Catorce, nos la haga Santa.
Pero si Leire se empeña
San Pedro en el Cielo aguarda.
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