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Cosas que pasanAlfonso Ussía

La linda fontanera

Una mujer solitaria que no conocía a nadie del PSOE, logró fotografiarse con todo el socialismo en centenares de saraos, convenciones, restaurantes y bares. Entre sus compañeras preferidas de condumio con chupitos durante el café, Begoña Gómez

Actualizada 01:30

Conocí con Stampa Braun —Pepe—, a un cliente del gran catedrático de Derecho Penal en el bar del primitivo Hotel Villamagna.

Hablaban de un asunto que no me interesaba nada, de un desfalco en un banco de Montevideo del que el cliente de Stampa era el máximo responsable. Entre mis preocupaciones, sinceramente, la delincuencia económica en Uruguay no ocupaba un lugar destacado. De repente, sin aviso, sin toque de pífanos ni homenaje de violines, hizo su entrada en el bar una mujer espectacular. Mi corazón bordeó la máxima resistencia de sístoles y diástoles cuando comprobé que aquel ejemplar único se aproximaba a nuestra mesa. Se trataba de la décimosegunda esposa del choricete del Caribe. No llegó para quedarse. Pero su marido nos dio una gran noticia: —Os voy a presentar a Tania, mi linda compañera—. Tanía le pidió la tarjeta sin tope de gasto, y sin mirarnos, sin toque de pífanos ni homenaje de violines, dio media vuelta y se marchó rumbo a la Milla de Oro de Madrid. Un año más tarde, el empresario vivía en España, no podía volver a Uruguay, y al preguntarle Stampa por Tania, su «linda compañera», brotó de su ojo izquierdo una límpida lágrima y confesó la verdad. «Emputesió» y se fue con otro-.

Era un hombre con la mano muy larga y corazón ardiente. Y estos días, desde la torrencial aparición de Leire Díez, he pensado mucho en la melancolía, decepción y tristeza que ha invadido el corazón de sus dos protectores. Pedro Sánchez y Santos Cerdán, que todos los días hablan y muy piano, piano, pianísimo, para no ser sorprendidos se preguntan por turno. ¿Qué habrá sido de nuestra linda fontanera?

Me disgusta no compartir la poca información que tengo, pero puedo proporcionarles alguna pista. La linda fontanera, la misma que destrozó las agencias de Correos, se ha dado de baja en el PSOE después de conversar durante dos horas con el equipo jurídico del partido antiespañol y mantener una larga conversación, precisamente, con Santos Cerdán. Y ha seguido con el protocolo que el PSOE cumple a rajatabla con todos los socialistas que abandonan el grupo. Reservarle un amplio espacio para recibir a la prensa, promesa de posible dinerete, argumento redactado por la gente de Ferraz y todas esas cosas que tanto gustan a las lindas fontaneras políticas. Porque no miento ni hago ironía. Guapa, lo que se dice guapa y atractiva, lo es. Y su modista es el mismo que entela a Marisú.

Una mujer solitaria que no conocía a nadie del PSOE, logró fotografiarse con todo el socialismo en centenares de saraos, convenciones, restaurantes y bares. Entre sus compañeras preferidas de condumio con chupitos durante el café, Begoña Gómez. Y el objetivo de esta mujer tan abandonada, no era otro que el cumplimiento de la ilusión de Sánchez, la desaparición y desprestigio de la UCO. Su fundador, el general Garrido lo ha explicado claramente sin tener que hacerse fotos con los altos miembros de la banda. «Para un guardia civil, lo más importante es cumplir con su deber y su servicio». Para colmo, mientras Inchaurrondo explicaba que Aldama acudió a la rueda de prensa de la linda espía para ponerse de su lado, Aldama la llamó mentirosa, corrupta y otras cositas, recibiendo empujones de los socialistas encargados de velar por la seguridad de la socialista dada de baja. Y tengo la agradable sensación de que ni Sánchez, ni Santos Cerdán, van a encontrar justificaciones ni mentiras que tapen las vergonzosas andanzas de la chocante —pero siempre linda—, modelo de pasarela del socialismo, siempre que el socialismo construya la pasarela a conciencia, no vaya a desmoronarse en el próximo pase con su peso, que pasa. (Divertido juego de palabras).

Pero ya no es del partido, y seguirá trabajando gratis para los suyos. Es la «linda fontanera» de muchos inodoros.

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