¿Qué pensará Tezanos?

Desde que Sánchez llegó a Moncloa, hay dos tipos de relatos en torno a lo que pasa en nuestro país. Está la verdad y «la verdad», como diría el vendedor de pisos de Los Simpson, una forma edulcorada de contar las cosas con pequeños tintes de realidad aderezados con medias verdades y muchas mentiras. Y para que cale esa «verdad» en la sociedad, es necesario un mecanismo que te convenza de que ese pensamiento es tan real que debes ser del género bobo si no piensas igual.

A los españoles, en general, nos cuesta ir contra lo que dice la mayoría —o contra lo que supuestamente dice la mayoría—. No somos muy de ir a contracorriente por aquello del qué dirán y porque es mejor hacer lo políticamente correcto que lo que uno piensa o siente de verdad. Por eso el Gobierno le da tanta importancia al CIS y por eso Tezanos ha tirado por tierra su credibilidad por el bien de su presidente.

Es la única explicación posible para que un organismo tan importante como el CIS mienta sistemáticamente un mes tras otro, para hacer creer a los ciudadanos que el PSOE será capaz de ganar otras elecciones y que apuesten a caballo ganador. Esa es la «verdad» del CIS, que choca radicalmente con la que muestran el resto de empresas demoscópicas. Si todas dan como ganador al PP en las urnas y hablan de un posible Gobierno de PP-Vox, algo estará haciendo mal Tezanos para que a él las cuentas le cuadren de otra manera.

En la encuesta de Target Point que hoy publica este periódico, Feijóo podría ser presidente con al apoyo de Vox, llegando a sumar hasta 187 diputados. Y esto es así desde hace meses no solo en El Debate, sino también en los barómetros que desvelan los medios afines al régimen. La realidad es que este país trae aires de cambio, pero la «verdad» que quiere trasmitir el CIS, que es la misma que pretende imponer el Gobierno, es que habrá Sánchez para rato. Hasta 2027 y más allá.